Criticas de Cine

Netflix responde a los críticos de su película Bright

26 Ene 2018 – 03:35 PM EST

A esta altura tal vez todo el que esté leyendo esto lo sabe: Bright, dirigida por David Ayer y protagonizada por Will Smith y Joel Edgerton, no tuvo una buena recepción entre la crítica, especialmente la crítica estadounidense que domina Rotten Tomatoes, y gran parte de su notoriedad inicial se debió, justamente, a toda esta fuerte recepción negativa que tuvo, con descripciones grandilocuentes del tipo «la peor película del año».

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Netflix, sin embargo, asegura que fue un enorme éxito de público, que eso es lo que verdaderamente importa y lo que los críticos no entienden.

En efecto, pese a que  Bright costó cerca de 90 millones de dólares, más de lo que cualquier otra producción original de Netflix,  ya confirmaron la secuela.

Críticas no brillan

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El éxito de Bright ha llevado a Ted Sarandos, jefe de contenidos de Netflix, y a Reed Hastings, gerente de la compañía, a concluir que los críticos «están desconectados del público».

Sarandos agregó que «si mucha gente está viendo la película y le está gustando, eso ya es una medida del éxito».

«Los críticos están distanciados de los aspectos comerciales de una película» sentenció.

Hastings, por su parte, puntualizó el hecho de que estas críticas negativas son casi todas en inglés y provenientes de los Estados Unidos, y por último apeló a la otra gran cifra de Rotten Tomatoes, la aprobación del público: con 86%, es diametralmente opuesta a la de la crítica. Una de las consecuencias negativas de darle tanta relevancia a los números de Rotten Tomatoes, al llegar a ser discutidos y utilizados como argumento por los propios responsables de crear contenido y hasta por los propios críticos, es precisamente la reducción de toda la discusión a este falso dilema de «crítica vs. público», tan inútil como el de «orcos vs. humanos».

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Es cierto que hay diferencias cruciales entre ese colectivo que llamamos ‘críticos de cine’ y ese otro llamado ‘público’, desde las motivaciones que los llevan a ver una película hasta las valoraciones o exigencias con las que la juzgan, pero la audiencia de una película no necesita distinción; la audiencia es todo el conjunto.

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Los críticos son ‘público’ también, más allá de la función que cumplan después de ver la película, y a diferente escala el público también es ‘crítico’, ya que cualquiera puede decir si la película le gustó o no y por qué, y recomendarla o no. No hay dos bloques separados y homogéneos que reaccionan de maneras opuestas. Hay una audiencia que responde, desde su lugar, a una película.

Decir que los críticos están alejados del público, y apelar al éxito comercial como negación o desestimación de aquellos a los que no les gustó, es anular el debate sobre cine.

Un debate que los ejecutivos de Netflix no quisieron desestimular cuando Okja o The Meyerowitz Stories estaban recibiendo elogios en festivales de cine, críticas positivas y números lindos en Rotten Tomatoes.

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