Marvel comics

Recordamos la primera aparición de Spider-Man en el cómic

23 Nov 2017 – 02:05 PM EST
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Tú lo conoces. Todas tus amistades lo conocen. Incluso tus padres y tus abuelos lo conocen. Es quizás el más popular de los hijos que la casa Marvel Cómics le ha dado al mundo, uno de sus más preciados tesoros y generador de ganancias desorbitantes. Spider-Man, el «amigable vecino de New York», el «trepamuros», «mallitas», «Spidey», e incluso el Hombre Araña, como lo llamamos por estas tierras, se ha convertido en uno de los superhéroes de cómics más importantes de la posmodernidad y en todo un ícono pop.

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Hoy queremos repasar su nacimiento, el debut en el papel de quien se volvería uno de los personajes de historietas más multimediáticos de todos los tiempos. Te invitamos a leer esta semblanza de Amazing Fantasy #15, la primera aparición de Spider-Man en el cómic.

Amazing Fantasy, el primer hogar de Spidey

Era el mes de agosto de 1962 cuando el número 15 de la serie de antología de cómics titulada Amazing Fantasy (previamente llamada Amazing Adventures y Amazing Adult Fantasies) salió a la luz. Este evento marcaría doblemente a la industria del cómic norteamericano. En primer lugar, fue el último número de la revista Amazing en ser publicado; luego de un año y pocos meses esta serie llegaba a su fin. En segundo lugar, con la muerte de la serie se producía un nacimiento que dejaría huella en el gran público; de la mano de Stan Lee y Steve Ditko el asombroso  Spider-Man había llegado a los cómics para quedarse. 

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En esta historia conocimos a un joven retraído y tímido, excepcional estudiante pero con un perfil muy solitario, víctima de los abusones y con muy mala fortuna en sus relaciones amorosas. Peter Benjamin Parker era el nombre de este estudiante de secundaria, a quien el destino le tenía reservado un lugar muy especial en el Universo Marvel.

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Además de los típicos conflictos adolescentes que Peter cargaba en sus espaldas, una trágica historia familiar lo acompañaba desde su infancia. Peter era huérfano desde muy pequeño (bueno, algo así... pasarían unos cuantos años antes de que supiéramos la verdad completa), y había sido criado por sus tíos  Ben y May. Por si fuera poco, el perfil trágico de este infeliz adolescente aún estaba por agudizarse más todavía, precisamente sobre las páginas finales de esta, su historia de origen.

La historia de los orígenes de Spider-Man

La historia que se narra en este número es bien conocida por todos y puede ser relatada enumerando unos cuantos hechos concretos, comenzando por la ya mítica visita de Peter a un laboratorio en el que experimentaban con radiación. Durante esa visita, una araña pasa por los rayos de un experimento sin que nadie se percate de ello, e igual de imperceptible se deposita en la mano de Peter y lo muerde. El joven comienza a sentirse mal y sale del laboratorio, y una vez fuera escapa de ser atropellado por un auto tras dar un salto sobrehumano. Así, poco a poco, descubre que su cuerpo ha adquirido habilidades especiales: trepar paredes, superfuerza, superagilidad y reflejos... Los poderes de una araña, en un humano.

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Poco después Peter se topa con un evento de lucha libre en el que se desafía a los asistentes a resistir más de 3 minutos en el ring enfrentando al enorme Crusher Hogan, cosa que nuestro héroe considera adecuada para testear sus novedosas capacidades, y de paso ganar así los 100 dólares de premio por hacerlo. Peter vence, un productor televisivo le ofrece más dinero por mostrar sus poderes en TV y él accede. Tras la exhibición (para la cual Peter creó el traje de Spider-Man tradicional), el joven deja escapar a un ladrón en los estudios de TV, alegando que no era su trabajo, sino que él solo debía preocuparse por «el número 1», es decir, él mismo.

Acortando una larga historia, días después de este episodio Peter llega a su casa y encuentra allí a la policía. Un agente le informa que su tío Ben había sido asesinado y que tenían al culpable rodeado en un depósito del puerto. Peter se enfunda en sus mallas arácnidas y sale a buscar venganza, solo para descubrir que el ladrón que había dejado escapar en los estudios de TV y el asesino del tío Ben eran la misma persona. El cierre de la historia trae la famosa frase/moraleja, dicha por el narrador y no por Ben Parker: «Con un gran poder viene también una gran responsabilidad». En tu cara, William Shakespeare... 

La clave detrás del enorme éxito de este personaje y su historia de origen radicó en la visión de Stan Lee y Steve Ditko, quienes tuvieron la suficiente inteligencia para crear un personaje que se correspondía con el público mayoritario de cómics en aquella época y en aquel país. Si bien desde siempre la comunidad de lectores de cómics ha sido muy diversa, tradicionalmente se ha asociado a esta manifestación artística como un reducto para nerds, geeks o marginados sociales tales como Peter Parker.

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Pero además, fue el primer superhéroe adolescente en lograr el éxito por mérito propio, ya que hasta entonces los personajes teenagers solo ocupaban puestos como acompañantes de héroes principales, los mentados sidekicks, tales como Robin para Batman en DC Comics o Bucky Barnes para el Captain America en la propia Marvel

El éxito editorial que este nuevo personaje generó fue tal que a menos de un año de su debut ya protagonizaba su propia serie, con su nombre en el título. The Amazing Spider-Man #1 apareció en marzo de 1963 y ya no se detuvo, salvo en contados hiatos producto de situaciones excepcionales. Un héroe había nacido. Un arácnido entre nosotros.

¿Leíste alguna vez la primera historia de Spider-Man?

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