Las 13 revelaciones sobre Jomari Goyso que se esconden en su libro (que ya hemos leído)
El escritor uruguayo Eduardo Galeano empieza ‘El libro de los abrazos’ señalando que recordar requiere volver a pasar las memorias por el corazón. Algo así hace el estilista y conductor de televisión Jomari Goyso en su libro ‘Desnudo’. A través de 286 páginas, este hombre que nació en la capital del vino, La Rioja, España, deja brotar sus sentimientos sin miedos y sin etiquetas. Pasa por el corazón sus recuerdos para crear y recrearlos como si en ese acto de contar exorcizara sus viejos temores.
Con candor, el hijo de José María y de Marijose repasa esos años complicados de su niñez cuando era víctima del acoso de sus compañeros de colegio por su gordura o del trato severo de su progenitor, quien pensaba que era “rarito”.
El experto en moda y belleza reflexiona sobre su vida, sobre las decisiones y las casualidades que provocaron que saliera de su país para abrirse paso en el enrevesado mundo de la moda y la farándula en Estados Unidos, donde se codeó con el clan Kardashian, Penélope Cruz, Salma Hayek y Dayanara Torres, entre otras celebridades. Goyso también ofrece una ruta para llegar al éxito, que incluye una dosis de perseverancia, reinvención y mucho riesgo.
Pero antes de atracar en ese espacio cómodo donde hoy se encuentra, Goyso (quien estudió plomería, cosmetología y arte) anduvo por muchos caminos. Aprendió a callar en el momento adecuado y a levantar su voz cuando era necesario. Además, descubrió que la vida es un ir y venir y que, en ocasiones, hay que dejarse arrastrar por la marea del destino.
13 revelaciones que encierra su libro:
1. “Recuerdo que siempre le gritaba a mi madre: ¡Me voy a tirar por la ventana, me voy a tirar!” - De pequeño, amenazaba con lanzarse por el ventanal de su casa porque se sentía ahogado con su vida. Era un niño obeso, que no cumplía las expectativas de su padre, quien soñaba con contagiar a su único hijo varón con el amor por la tierra y el cultivo. Pero no le gustaba el campo, mucho menos las máquinas de labrar. Quería “galopar libre” y su libro retrata ese estado permanente de fuga. En otra ocasión, después de la muerte de su abuelo, también ponderó lanzarse de un muro alto y dejar una nota explicando su decisión. Pero un “viento suave” y la voz de su abuela Rosalía lo sacaron del trance. Así que bajó de la pared para fundirse en un abrazo con la mujer que lo llamaba “mi capitán”.
2. “Tú has nacido para estar en la televisión y para triunfar” - Así le decía su cómplice y abuela paterna Rosalía, quien desde muy temprano entendió que se le hacía pequeño su entorno y, por eso, lo animó a soñar.
3. Víctima de acoso escolar - En el colegio, otros niños lo insultaban y golpeaban. Por eso, aprendió a correr para evitar el abuso. Cuando su padre se enteró del 'bullying', rechazó intervenir y comentó que correspondía a su hijo defenderse solo. Goyso se tomó el consejo en serio. Aprendió a correr más rápido y utilizó todo tipo de tretas para evadir a sus “agresores”. Esa sensación de que nadie daba la cara por él y que tenía que arreglárselas como pudiera, lo acompañó mucho tiempo.
4. 31 de agosto, la fecha que no lo olvidará - Tenía 13 años y ese viernes caminaba por su vecindario, en Igea, cuando tres muchachos lo guiaron a la orilla de un río para intentar atacarlo. Uno de los “tres matones” le colocó un cuchillo en el cuello y otro le dijo que no llora como “una nena”. Pero las luces de un carro -que se acercó con la música a tope- asustó a tres asaltantes, situación que aprovechó para subirse los pantalones y salir corriendo sin que "la maldad" se completara. Ante las dudas que generó el relato ambiguo, Goyso respondió en una entrevista reciente que lo que contó no se podía llamarse una violación, pero sí se trataba de un abuso. Este incidente cementó su decisión de marcharse de su pueblo. La experiencia fue tan traumática que no la contó a su familia y le tomó tiempo largo sanar para hablar del asunto.
5. “Quedarse a hacer daño con las palabras jamás ha sido mi estilo” - Dar opiniones no es tarea fácil y para un hombre que se precia de ser honesto, mucho menos. El experto en moda relató a grandes rasgos un sonado incidente en Despierta América cuando ofreció su análisis del desempeño de Ana Patricia Gámez, conductora del programa que participaba en esa temporada de Mira Quién Baila. No mencionó en detalles el error que atribuía a presentadora en la pista de baile. Solo rememoró que al sentir que no existía espacio para defender su posición con calma optó por marcharse del programa para no crear mayor animosidad porque conocía el daño que podían hacer las palabras que se disparan sin pensar. Nunca se ha arrepentido de esta decisión.
6. Desórdenes alimentarios, liposucción y tatuajes - La insatisfacción con su cuerpo provocó que caminara un peligroso camino donde trató infructuosamente de provocarse el vómito para bajar de peso. Luego empezó a regalar su comida en el colegio. Movido por esa incomodidad y tras perder peso, se regaló una liposucción para celebrar su cumpleaños 18. La intervención no ofreció los resultados esperados. Posteriormente abrazó los tatuajes como una forma de borrar sus estrías con tinta y, en proceso, apropiarse de cuerpo.
7. No bebe, ni usa drogas, pero preparó bolsas para vender cocaína - En su afán por ser aceptado por sus amigos, contó que en la bodega que su abuela le prestaba para las fiestas ayudó a fabricar las bolsas de plástico que los miembros de su cuadrilla usaban para vender cocaína. “Me sentía aceptado, me sentía parte de algo, aunque obviamente no era algo fantástico, ni de lo que me pudiera estar muy orgulloso”.
8. Pasó un susto por usar hormonas - Como los ejercicios inicialmente no daban los resultados que buscaba, este exgordo (como se llama en el libro) decidió inyectarle hormonas a su cuerpo. El régimen requería tres inyecciones diarias: dos en las nalgas y una en el brazo. Varios meses después de iniciada la rutina descubrió que tenía una “bola dura” en una nalga y otra masa pequeña en el pecho. En el glúteo, tenía una infección, que curó con antibióticos. Una biopsia determinó que la otra protuberancia no era cancerosa.
9. Perdió la virginidad con una mujer mayor - A los 14 años, en el Bar Bolero de su tía Isabel se cruzó con una mujer que le llevaba 10 años. Una madrugada esa muchacha, cuyo nombre no mencionó, lo invitó a una piscina cercana. Allí ambos se lanzaron al agua desnudos y una cosa llevó a la otra. Al día siguiente despertó "confundido" preguntándose si eso era el amor que tanto cacareaba la gente o si esa era la experiencia alucinante a la que se referían los otros chicos cuando hablaban de sexo. “Yo seguía perdido, sin encontrar respuesta, ni el camino”, apuntó.
10. Clara: el amor de su vida - La conoció cuando empezó a estudiar cosmetología y desarrollaron conexión inmediata. Él tenía 15 años y ella 19. Junto a ella se hizo su primer tatuaje: un corazón en el brazo derecho, que más tarde cubrió parcialmente. Pese a que Clara tenía novio, la relación entre ambos se tornó intensa y hasta la llevó a conocer a su familia. “Estaba enamorado de Clara”, afirmó. Pero dejaron de verse cuando decidió marcharse a Madrid en busca de otros retos. “Clara era mi confidente, mi psicóloga, mi consejera, mi todo. Insisto en esa palabra: todo. Eso es el amor, cuando alguien significa todo para ti”, explicó.
11. Amor sin fronteras - Pese a que no mencionó la palabra bisexualidad, dejó la puerta abierta para enamorarse en el futuro “ de un hombre o una mujer, o de ambos”. Pero aclaró que lo único que tenía claro en este momento es que desconfiaba del amor. Al inicio del capítulo ‘El morbo sin más’ también lanzó una crítica a la gente que vive indagando sobre la sexualidad de los demás. “Me imagino que lo hacen porque les da miedo asumir la suya en libertad”, apuntaló.
12. Salma Hayek le hizo entender que era flaco - Debido a la visión distorsionada que tenía de su cuerpo, no reconocía que se mantenía delgado. Fue un día, en casa de la actriz Salma Hayek y luego de rechazar un pedazo de torta de cumpleaños que la mujer le comentó que su problema no era de peso, sino de tonificación. También le dijo que dejara de hacer de dietas que castigaban su cuerpo. Esa noche en su casa reconoció, por primera vez en su vida, que era “flaco”. “Salma, aunque me dio duro en mi autoestima, me despertó a la vida sana”, aseguró.
13. Está listo para ser padre - El contacto con David, un niño dominicano que intentó adoptar sin éxito, despertó en sus deseos de ser padre. Señaló que todas las vivencias narradas lo han preparado para traer un hijo al mundo. “No sé si adoptaré o decidiré ser padre por otros métodos, pero estoy seguro de que este es mi nuevo destino: cuidar una personita y entregarme completamente a ese nuevo amor, sin miedos, ni reservas”.