Algo tan simple como planchar la ropa puede resultar una de las tareas hogareñas que las mujeres más detestan hacer. Y si se trata de las complicadas camisas, peor. Es que las camisas parecen nunca quedar bien. Terminar de plancharlas y en seguida comienzan a aparecer todas las arrugas, y tu trabajo parece haber sido en vano.
Lo cierto es que no es vano, seguramente estés haciendo algo mal, pero todo tiene solución. y para que planchar no sea una tortura y tus camisas parezcan planchadas por profesionales, hoy te damos unos consejitos muy sencillos.
1. Te recomendamos comenzar por los detalles y terminar por el cuerpo.
Plancha el cuello desde las puntas hacia el centro, por ambos lados.
No marques el pliegue del doblez para evitar que se pele con los sucesivos planchados.
2. Pasa la plancha por los puños de la misma manera que por el cuello.
3. Estira bien la tela de las mangas con la mano y plancha empezando por la costura. Si no quieres dejar raya del lado opuesto, puedes usar el manguero de la tabla de planchar.
Otra alternativa es enrollar una toalla y calzar la manga sobre ella.
Ayúdate con la punta de la plancha para los frunces del puño.
4. Plancha el cuerpo, empezando por un lateral y terminando por el otro.
Ten en cuenta que si la camisa tiene tablón atrás, deberás marcarlo con la mano sobre la tela húmeda, sostenlo y pasa la plancha con la otra mano.
Vía | Biensimple