Cuando queremos perder peso, además del esfuerzo físico que tenemos que hacer (comer bien y hacer ejercicios), hay otro reto que es igual de importante y que a muchas personas le cuesta aún más que la dieta: el cambio de mentalidad.
Y con esto no hablo sólo de ver las cosas de una forma distinta, sino del saboteo que nos imponemos con pensamientos negativos sobre nuestro cuerpo todos los días.
La verdad es esta: Las cosas que te dices todos los días pueden el enfoque que tomes hacia tu condición física y tu salud.
Este tipo de pensamiento te aleja de tener el cuerpo que has estado deseando por mucho tiempo. Aquí te dejamos tres ideas negativas que dañan tu dieta:
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Yo nunca seré flaca:
Este tipo de declaración crea tensión en tu mente y tu cerebro. Estos constantes pensamientos negativos pueden llegar a ser tóxicos, ya que nuestro sistema inmunológico se ve comprometido debido a la activación excesiva del mecanismo de lucha. El pensamiento negativo crónico crea un ambiente tan hostil que puede llevarte a la depresión y hasta a sentirte más débil. Así que debido a esto puede que seas más proclive a romper tu dieta y a no hacer ejercicios.
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Tengo herencia de enfermedades, no tengo salida:
Nacer con "genes malos" es en realidad una razón más para hacer ejercicio. La actividad física diaria es una de las mejores medicinas para el tratamiento de padecimientos como presión arterial alta y problemas de colesterol, y tiene un impacto positivo en casi todas las enfermedades conocidas. Se recomienda al menos 150 minutos de actividad vigorosa a la semana y un poco más cuando quieres alcanzar alguna meta de pérdida de peso.
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No veo ningún cambio, mejor no me esfuerzo:
En realidad ni los ejercicios ni la dieta te darán resultados inmediatos, el efecto será a largo plazo y te asegurarás un mejor estado físico y mucha más salud. Pero no puedes pensar que si pasaste varios años poniéndote esas libras encima, vas a perderlas de la noche a la mañana. Por cada libra que tengas que perder debes crear un déficit de 3.500 calorías semanales, por lo que si quieres perder una libra por semana, debes cortar 500 calorías al día a través de dieta y ejercicio. Esto te tomará entre tres semanas a un mes para ver los resultados.
Pega notitas positivas alrededor de la casa -el baño, tu cuarto, la nevera- que te ayuden a mantenerte enfocada con tu meta. Recuerda que con los pensamientos negativos afectas tu bienestar físico y mental.