Esta dieta vikinga para perder mucho peso está entre las mejores, según la ciencia
Al buscar una dieta que te permita bajar unos kilitos y te mantenga sano al mismo tiempo, es común que busquemos inspiración en las celebridades que presumen un cuerpazo. Pero, ¿qué te parecería basarte en una alimentación vikinga para verte como siempre has querido? Porque lo cierto es que la ciencia respalda esta opción como una de las mejores.
La dieta nórdica es una de las que mejor reputación poseen dentro de la comunidad científica, al igual que la mediterránea. Esta propuesta, como su nombre lo indica, proviene de la región norte de Europa, conformada por Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia.
Como detalla la Universidad de Harvard, este tipo de alimentación se enfoca en consumir productos regionales y de temporada. Se trata de una dieta que se basa en mayor parte en la ingesta de vegetales, en donde la col, las papas y las zanahorias son de los más populares. Leguminosas como los frijoles y los chícharos, el aceite de canola, las bayas y pescados ricos en grasas saludables (salmón y arenque) son otros elementos claves.
Si te sirvieras un plato que siguiera esta línea, la gran mayoría estaría cubierto de vegetales. Después, y con moderación, tendría una pieza de huevo o pescado. En pequeñas cantidades, productos lácteos. Lo que sí sería raro encontrar en él serían dulces, carnes rojas y comida procesada en general. Los carbohidratos también están invitados a la mesa, siempre y cuando predominen los granos enteros como la cebada integral, el centeno y la avena.
Gracias a esta estructura, adoptar una dieta estilo nórdico podría ser una de las decisiones más sanas a tu alcance. Incluso la OMS la señala como una de las propuestas para combatir la mala alimentación y las enfermedades en el mundo. Por ejemplo, se ha comprobado que ayuda a reducir el riesgo de padecimientos cardiovasculares y de diabetes tipo 2. La pérdida y mantenimiento de un peso ideal son otros de sus beneficios.
La dieta nórdica también es útil para el cuidado del medio ambiente, como señala la Universidad de Harvard. Consumir alimentos locales reduce el consumo energético, y la producción agrícola contamina menos y gasta menos recursos que la industria ganadera. Se escucha como una excelente opción para cuidar de tu bienestar y el de tu entorno, ¿no te parece?
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