Se acerca el fin de semana y comienzas a temblar. Si bien has hecho todo lo posible por cuidarte a lo largo de la semana, los compromisos sociales son ineludibles y la comida es tentadora. Esto también suele suceder en las vacaciones, y ya te estás empezando a preocupar, por tu salud y por tu línea. ¿Qué puedes hacer luego de una comilona? Aquí te dejamos algunos sencillos trucos para que no desesperes.

#5 Vuelve a tus costumbres
Ya has sobrevivido a la comilona –con mayor o menos dolor de estómago– y debes volver a tu rutina de alimentación normal. El gusto del azúcar y los alimentos con alto contenido graso pueden que te sea una tarea difícil volver a una dieta sana, pero no imposible.
Reorienta tus actitudes de forma que puedas llegar a tus objetivos sin mayores problemas.

#4 Bebe mucha agua
El día después de la comilona deberás beber mucha agua: debes sentirte llena, incluso hinchada. ¿Por qué? Porque hidratarse es la mejor forma de evitar la hinchazón abdominal y la sensación de estar muy llena que tendrás el día siguiente, además de ayudarte a eliminar toxinas.
#3 Haz ejercicio
El ejercicio te puede ayudar a acelerar la digestión: cuando te levantes, haz estiramientos leves por 15 o 20 minutos, es una excelente forma de eliminar las toxinas de tu cuerpo poco a poco.
Luego, debes realizar ejercicios cardiovasculares para terminar de eliminar todo lo que no es necesario para tu cuerpo. Hacer bicicleta, correr o saltar a la cuerda son los mejores ejercicios ya que nos hacen sudar mucho y queman un montón de calorías. De esta forma, podrás eliminar las toxinas de tu cuerpo y acelerar la digestión.
#2 Come limpio
Una vez hayas recobrado el ritmo alimenticio, come un montón de verduras. Puedes hacerte un batido de col rizada el día después de la comilona para darle a tu sistema digestivo un respiro; ya que está trabajando mucho para asimilar el exceso de alimentos que has consumido.
#1 Descansa
Pon tus pies en alto y descansa: ya pasado un día de comida sana y ejercicio, deberías sentirte mejor. Duerme bien, ya que si no lo haces tu cuerpo liberará la hormona llamada cortisol, que te hará subir de peso.
Cuando te levantes al otro día, lo peor ya habrá pasado. Sin embargo, no es razón para seguir teniendo una dieta saludable y haciendo ejercicio. ¿Y por qué no? Date un pequeño gusto, de esta forma evitarás empacharte con una comilona que no es buena para tu salud.