8 alimentos sólidos para introducir en la dieta de tu bebé (y cómo prepararlos)
A partir de los 6 meses de edad se recomienda comenzar a incorporar, gradualmente, alimentos sólidos en la dieta del bebé. Si bien la leche seguirá siendo su alimento principal, este momento nos permite sumar diversos alimentos.
Sin embargo, no todos los padres están seguros respecto de cómo proceder ante el desafío. Pues por eso hoy decidimos compartir contigo una guía simple para comenzar a introducir sólidos en su dieta. Verás que las papillas están lejos de ser la única opción.
Signos de que ya es hora de introducir sólidos
- Si ya logra controlar su cabeza y sentarse derecho (control cefálico).
- Si comienza a mostrar interés por la comida y quiere saber qué hay en tu plato.
- Si se estira para alcanzar la comida.
Más allá de las papillas

No existe ningún estudio científico que avale la idea de que la primera comida del bebé tiene necesariamente que ser una papilla. De acuerdo con Natalia Stasenko, pediatra especializada en nutrición, en esta etapa resulta clave ofrecer una variedad amplia de sabores y colores. Afirma que «ofrecer “comida real” ayudará a que el bebé se divierta experimentando con los alimentos y que pueda incorporarse a la dieta del resto de la familia más rápidamente que con las papillas». La introducción de sólidos por fuera del «formato papilla» también aliviana las tareas de los padres en la cocina (un dato no menor, ¿verdad?).
Algunos consejos a tener en cuenta
- Lo mejor es comenzar por algo simple. Evita añadir condimentos a los alimentos.
- Revisa que aquello que le ofreces no contenga sal o azúcar en exceso. Es mejor ofrecer los vegetales y las frutas tal como vienen para que el bebé pueda ir conociendo los colores y las texturas de cada alimento.
- Se recomienda ofrecer vegetales verdes en vez de los amarillos, ya que los primeros resultan menos dulces.
- Las hierbas pueden ser una buena idea, pero prueba siempre en cantidades pequeñas y asegúrate de averiguar bien cuáles se recomienda incorporar de acuerdo con su edad exacta.
- Cocinar las verduras al vapor o en el horno ayuda a que se conserven todos los nutrientes y el sabor de los vegetales. Luego puedes ofrecerlas tal y como las vas a comer tú y procesar el resto para freezar en forma de papilla.
- Si consideras que la papilla es más sencilla de preparar que otras comidas, bien puedes ir alternando con purés y vegetales o frutas. También puedes agregarle tu leche a las papillas y así obtener un puré supernutritivo. También puedes sumar jugo de frutas fresco.
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Algunos ejemplos de «finger food» ideales para sus primeras comidas
- Calabaza, zapallito, papa y batata.
- Brócoli (revisa que no esté demasiado cocido porque si no puede deshacerse en su mano).
- Zanahoria cocida o asada (en tiras, por ejemplo, resulta muy atractivo para ellos porque la pueden tomar con sus propias manos).
- Aguacate cortado en rodajas.
- Banana, melón, pera, durazno.
- Cereales: pan sin sal, arroz, pasta.
- Huevos cocidos: duros, en omelettes o revueltos (consulta antes con el pediatra).
- Pescado y carne.
Como ves, la introducción de sólidos puede de veras ser un momento de puro disfrute tanto para ti como para tu bebé. Y recuerda: la comida preparada en casa siempre será mejor que la que puedas comprar en el supermercado. De esta forma te aseguras de estar brindándole la mejor calidad de comida y te evitas tener que revisar si cada alimento posee o no químicos extra en su composición. Y tú ¿con qué alimentos comenzaste? ¿Cuáles eran los favoritos de tu bebé? ¡Cuéntanos!
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