Hay una cirugía para quitar la cicatriz de la cesárea y es más sencilla de lo que crees

Aunque gestar a un bebé es una gran experiencia para las madres, quienes se someten a una cesárea para recibir a su hijo o hija terminan con una llamativa cicatriz en la parte baja de su abdomen.
Esta se hace aún más notoria en las mujeres que desarrollan cicatrices queloides, un tipo de cicatrización en la que el tejido es mucho más grande que la herida o corte, además de que tiene un color más oscuro que el de la piel, relieve y una textura dura.

Aunque no tiene ningún efecto negativo en la salud, suele ser una preocupación cosmética, que se suma a los muchos cambios que la piel de las mujeres atraviesa durante el embarazo, como las manchas y estrías.
De acuerdo con Healthline, la cicatrización queloide es causada principalmente por la herencia genética de cada persona.
Es decir, quienes tienen ambos padres con este tipo de cicatrices, ascendencia latina o asiática son más propensos a desarrollarla que el resto de la población.
Afortunadamente para esas personas, existe una cirugía que puede “quitar” esa cicatriz: se trata de la W-plastía.
Esta operación plástica tiene el objetivo de hacer menos visible ese gran tejido que quedó tras la cesárea. Se puede aplicar para cualquier otra cicatriz en el cuerpo o en otros tipos de heridas.
¿En qué consiste la W-plastía?
De acuerdo con el cirujano dermatólogo Julio Enriquez Merino, lo que hace tan eficaz a la W-plastía es la manera en la que se corta y se vuelve a coser la piel.
El médico especialista también quita una parte de la cicatriz; después, haces cortes alrededor de ésta con forma de W (de ahí su nombre).
Para finalizar, se hace una sutura en la misma dirección de los cortes, con lo que se ayudará a que la piel genere suficiente tensión para cerrar la herida, pero sin dañarla y que, en consecuencia, cicatrice.
A los 10 o 12 días de la intervención, se quitan los puntos y se comienzan a aplicar cremas y productos especiales que favorezcan la recuperación de la dermis en el abdomen.
El cirujano Julio Enriquez señala que a partir de los 3 meses se notan los efectos de la W-plastía.
Vale la pena señalar que los resultados sí son muy diferentes al aspecto que se tenía previamente pero no será como “restaurar” del todo la piel de la zona.
Esta es una intervención bastante segura y hasta popular, aunque lo mejor es que un médico especializado haga una valoración antes de realizarla.
¿Conocías la W-plastía? ¿Te interesaría someterte a este procedimiento para quitar la cicatriz de tu cesárea?
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