Várices vulvares durante el embarazo: así es como puedes evitar este molesto padecimiento
El embarazo es un proceso que implica muchos cambios en el cuerpo. Aunque es una experiencia inigualable, también puede provocar efectos que causan incomodidad en las mujeres.
Las náuseas, la retención de líquidos y la acidez estomacal son problemas ya conocidos. Pero existe otra afección de la que poco se habla: las várices vulvares o vaginales.

¿Qué son las várices vulvares o vaginales?
Como su nombre lo indica, son varices que aparecen en la superficie externa de los genitales femeninos (la vulva). Surgen en el embarazo debido a que en esta etapa se presenta una alteración en la circulación sanguínea, lo que provoca que la sangre se detenga y se acumule en las venas. Esto hace que se hinchen y surjan las várices.
Hay un aumento en la presión de las venas hacia los miembros inferiores, originada por la compresión que el útero ejerce en la vena cava inferior y en las venas de la pelvis. Esto puede agravarse si la mujer permanece mucho tiempo de pie o sentada.

Las várices se manifiestan a través bultos serpenteantes de color azulado. Suelen desaparecer de manera natural después del parto, pero pueden dejar hinchazón e incomodidad en la vulva después de dar a luz.
Este desequilibrio circulatorio no sólo provoca estas várices, también puede originar las llamadas "arañitas" en las piernas y las temidas hemorroides.
¿Cómo tratarlas y prevenirlas?
La organización médica Mayo Clinic recomienda cambiar de posición constantemente y evitar a toda costa estar de pie o sentada durante tiempos prolongados. También sugiere recostarse y levantar las piernas para mejorar la circulación.
Es importante no usar prendas ajustadas ni zapatos con un tacón mayor a 3 centímetros. Al igual, es esencial consumir alimentos ricos en fibra para no sufrir de estreñimiento, ya que éste favorece la aparición de várices.
Hacer actividad física ligera como natación, yoga o caminatas también puede evitar las várices. No olvides consultar a tu médico antes de hacerlo.
Si las várices ya han aparecido, puedes aplicar compresas frías en la zona, éstas te ayudarán a calmar el malestar.
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