Chile nos necesita: el incendio más grande de su historia llegó con el 2017
“Nunca hemos visto nada de esta magnitud”, dijo Michelle Bachelet, la presidenta de Chile. “Nunca en la historia de Chile”, lamentó y agregó que “las fuerzas están haciendo todo lo humanamente posible y continuarán hasta que puedan contener y controlar los incendios”. Y es que desde hace dos semanas, a mitad de enero, Chile empezó a padecer varios incendios que se volvieron imposibles de controlar. 400.000 hectáreas se incendiaron luego de 14 días: tres veces la superficie de Hong Kong, más de tres veces el tamaño de Nueva York. Y el fuego... todavía continúa.
El incendio, que se cree fue intencional, terminó con la vida de 11 personas, la mayoría bomberos que intentaban controlarlo. Además, miles de viviendas se destruyeron. Y lo peor de todo… todavía no acaba. Más de 100 incendios siguen encendidos y los bomberos de Chile no dan abasto, tanto que desde el mundo están recibiendo ayuda. Todavía no es suficiente, cada país puede aportar su granito de arena y así terminar con el estado de emergencia que vive este país sudamericano.
Ayuda internacional
Chile solo no puede, no está preparado para combatir semejante incendio. Es por eso que pidió ayuda; hasta ahora recibió el apoyo de Francia, Perú, México y Estados Unidos. Desde aviones hasta bomberos: todo ha sido bien recibido.
Aun con la ayuda prestada, tan solo la mitad de los incendios se han logrado controlar. Además, la población chilena está donando alimentos, bebidas y gasolina para los bomberos y rescatistas.
“Me frustro porque la situación es tan extrema que a menudo no podemos hacer nada, excepto ver cómo las llamas devoran las casas”, lamentó el comandante Gustavo de la Fuente Ortiz, jefe de una de las brigadas de incendios chilena.
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Fuego, ¿intencional?
Lamentablemente, parece ser que el incendio más grande de la historia de Chile fue intencional. Y es por eso que más de 40 personas están detenidas por ser consideradas sospechosas de avivar el fuego. Si son encontrados culpables se podían enfrentar a más de 20 años de prisión.
Días antes de detener a los 43 sospechosos, la presidenta de Chile manifestó que “debido a que hay múltiples puntos de origen, no podemos descartar la posibilidad de que haya un componente intencional”. Y, es muy probable que haya estado en lo cierto.