Una de las formas de adquirir experiencias más enriquecedoras es la de viajar de mochilero por algún destino turístico de nuestro interés. Desliguémonos de los itinerarios rigurosos y los planes programados con meses de anticipación. Si bien es importante la planificación de un viaje, no aniquilemos el factor sorpresa que viene de la mano de la señorita improvisación. Y no seas pesimista, que estando de viaje y yendo con buena predisposición, las sorpresas serán siempre positivas. Estos consejos para viajar de mochilero seguramente te sean de gran ayuda.
Para empezar, fijamos el lugar de destino. Sepamos qué tipo de clima tendremos que soportar en la fecha planeada. Y a partir de ahí, a armar la mochila.
Hay dos grandes grupos de mochilas para dos estilos bien definidos de mochileros: la grande y no muy cómoda, para los que hacen el recorrido aeropuerto-bus-hostel-bus-aeropuerto; y la mediana y cómoda, para los que saben que van a caminar mucho, pero que merece tener mucho sentido de la organización para el buen armado del equipaje.
Sé realista y sincero en el momento en el que comiences a echar cosas dentro de tu mochila. No lleves cosas que no necesites, y piensa dos veces si realmente necesitas lo que estás llevando.
La gracia de un viaje de este estilo mayormente es el contacto con la naturaleza. Nada de hoteles ni cosas parecidas. Una bolsa de dormir siempre es una buena aliada, y en el mercado hay algunas que bien dobladas ocupan muy poco lugar. Una carpa puede ser necesaria, pero no del todo imprescindible. Es más fácil encontrar un lugar reparado que nos sirva de techo, que una suerte de colchón que nos proteja del frío.
La típica navaja del ejército suizo es muy útil y no debería faltar en tu equipaje. Como así también algunas pequeñas provisiones de comida, que no serán golosinas ni comida chatarra, sino aquellos bocadillos que representen una buena fuente de energía, como barras de cereales o chocolate, en especial si estás en lugares fríos.
Lo más importante para un verdadero viaje de mochilero, es que tu único medio de transporte eres tú. Tú y tus piernas. Así que tu salud y bienestar es algo que debes cuidar mucho. Siempre es mejor prevenir que curar, no olvides contar con un buen calzado, y más elemental aún, evita caer en la deshidratación. Hidratarse es aún más importante que comer. No esperes a que te de sed para beber líquidos, ya que la sed es un signo de que ya estás deshidratado.
Por más que te guste leer (o le temas a los tiempos muertos mientras viajas), no lleves más de un libro impreso en tu mochila. Ocupan mucho espacio, y hasta quizás vuelvas con algún libro sin terminar. Te cruzarás con otros mochileros en tu camino con los que puedes intercambiar material de lectura. Tampoco cargues con guías de viajes enteras. Lo mejor es fotocopiar la información clave y lo demás lo irás averiguando una vez que te encuentres allí. Es una buena manera de hacer amigos y aprender o practicar el idioma.