La humanidad jamás podrá aterrizar en Júpiter: te contamos la razón

Aunque la tecnología fuera lo suficientemente avanzada para viajar y explorar Júpiter, sería imposible aterrizar en él: te explicamos por qué.

Los planetas del Sistema Solar se dividen en dos grupos. Tierra, Marte, Mercurio y Venus son terrestres, mientras que Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno son gaseosos.
Júpiter es el planeta más grande del sistema; sin embargo, sus características son más parecidas a las de una estrella que a las de la Tierra.

El gigante del sistema solar tiene una atmósfera muy densa, la cual está formada principalmente de hidrógeno y helio.
A diferencia de los planetas terrestres cuya atmósfera es una capa que se puede atravesar para llegar a la superficie, Júpiter es prácticamente una atmósfera gigante por ser gaseoso.
Esto quiere decir que Júpiter no tiene una superficie en la cual se pueda aterrizar; por lo tanto, solo se puede explorar a distancia.
Si una nave intentara aterrizar en Júpiter se encontraría con una densa capa gaseosa carente de oxígeno, por lo que los astronautas deberían llevar una gran reserva.
Suponiendo que existen las condiciones para viajar más de 600 millones de kilómetros sin que se termine el oxígeno, los astronautas se enfrentarían a una temperatura extremadamente alta dentro del gas de Júpiter.
Contrario a lo que sucede en los planetas terrestres, la presión atmosférica aumenta con la profundidad del planeta. Por lo tanto, los objetos dentro de Júpiter ya no pueden salir.
Al tratarse de un planeta gaseoso, la lógica indica que podríamos atravesarlo como si se tratara de una nube; sin embargo, tampoco sería posible porque la atmósfera es tan pesada que se convierte en una especie de pared, no imposible de atravesar, pero la presión no permitiría avanzar más.
En 1989, la NASA envió la sonda Galileo a explorar Júpiter. La misión llegó 6 años después al planeta y se sumergió 200 kilómetros en el interior de la atmósfera, pero quedó destruida después de 58 minutos.
Lo mismo sucedería con cualquier otro tipo de misión.
Incluso si se desarrollara la tecnología para soportar la presión y la temperatura, la profundidad de Júpiter absorbe las ondas de radio y las naves quedarían incomunicadas.
Aunado a ello, entre mayor profundidad, las partículas de hidrógeno cambian de estructura y se convierten en hidrógeno metálico.
La fuerza de flotación del hidrógeno metálico contrarresta la fuerza de gravedad, por lo que cualquier objeto alrededor saldría disparado hacia la superficie.
Sin embargo, la misma fuerza de gravedad volvería a empujar los objetos hacia el centro y se quedarían atrapados rebotando de arriba a abajo.
Es por eso que no hay manera de explorar el interior de Júpiter y hay misterios del planeta gaseoso que jamás serán resueltos.
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