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Las ruinas romanas de Baalbek

4 Jul 2013 – 02:00 AM EDT

Las ruinas romanas de Baalbek se encuentran en el Valle de Beqaa, dentro del Líbano, a 86 kilómetros al este de su capital, Beirut. Es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del oriente cercano, siendo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1984.

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El gran Templo de Júpiter

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La mayoría de los templos que pueden verse datan de los siglos I y III de la Era Cristiana, puesto que Baalbek fue colonia romana bajo el mandato de Augusto, privilegiada por su posición geográfica cercana a las fuentes de dos importantes ríos de la región, el Lasi (antiguo Orontes) y el Litani. Durante los dominios griego, ptolemaico y seléucida vio cambiar su nombre a Heliópolis (Ciudad del Sol).

El nombre actual hace referencia a un antiguo santuario dedicado al dios Baal que comenzaron a erigir los fenicios. Al llegar los romanos identificaron al dios de ese santuario con su dios Júpiter, sosteniendo rayos en las manos y flanqueado por dos toros (animal que siempre acompañaba al dios Baal).

El templo es finalmente terminado en el año 60 después de Cristo, estando el emperador Nerón en el poder, y se lo considera el templo romano más grande de todos los tiempos. Tiene 10 columnas en los lados cortos y 19 en los largos, cada una de casi 19 metros de alto y un diámetro de unos dos metros y medio. Las 84 columnas que sostenían el pórtico fueron talladas en granito rosa procedente de Asuán, en el Alto Egipto.

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Los templos de Venus y de Baco

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Siendo emperador Trajano se construye el gran patio de 135 por 113 metros, y más tarde Antonino Pío ordena levantar el Templo de Baco, de ocho columnas de frente por quince en los laterales, al que se accede por una gran escalinata de 22 peldaños. El Templo de Venus, situado entre los dos anteriores, se concluyó bajo las órdenes de Caracalla y con la llegada del cristianismo se decide construir en ese preciso lugar una iglesia. Posteriormente el emperador de Bizancio, Justiniano, exportó ocho de las columnas del Templo de Júpiter para que formaran parte de la Basílica de Santa Sofía que estaba en construcción.

A la llegada de los árabes omeyas a la ciudad, en el siglo VII, la transforman en ciudadela fortificada y levantan una gran mezquita. Cuando arriban los primeros exploradores europeos en el siglo XVIII aún quedaban en pie nueve de las columnas del Templo de Júpiter, pero tres de ellas fueron abatidas más tarde por un terremoto.

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En la actualidad es creciente el número de turistas que llegan para conocer las monumentales ruinas. Cada año se realiza allí el reconocido Festival Internacional de Baalbek y un nuevo Museo Arqueológico ha sido inaugurado.

¿Conocían sobre las ruinas de Baalbek? ¿Visitarían este místico sitio? 

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