¿Los animales pueden suicidarse? La ciencia busca esclarecer el misterio
Existen características psicológicas que tradicionalmente sólo son atribuidas a los seres humanos, pero que con el tiempo se ha descubierto que otras especies las comparten. El duelo tras la pérdida de un familiar, fue descubierto por la bióloga Jane Goodall en una comunidad de gorilas; también la depresión, enfermedad que puede llevar tanto a una persona como a un animal al suicidio.
Técnicamente, el suicidio es sólo para humanos, ya que los animales tienen un instinto de autoconservación, que les impide hacerse daño a sí mismos o ponen en riesgo su propia vida.

De acuerdo con lo que explicó el Dr. Dundan Wilson de la Universidad de Manchester para LiveScience, lo anterior se debe a que carecen de la capacidad de visualizar y representar sus propias muertes.
Existen varios mitos acerca del suicidio en animales, en 1800 hubieron varios reportes acerca de perros que iban a las tumbas de sus amos a morir, otros que afirman que caballos se suicidaban tras años y años de maltrato; y existe en Escocia un famoso puente en el cual los perros tienen prohibido acercarse, debido a que se han arrojado hacia el río desde hace muchos años.
Las situaciones anteriormente descritas son poco probables para la ciencia. De acuerdo con el profesor Wilson, para que un acto sea considerado un suicidio, el animal debe de saber que lo que hace terminará irremediablemente con su vida. Este pensamiento es muy abstracto, fuera del alcance de estas criaturas.
Lo más probable, de acuerdo con LiveScience, es que los animales terminen con su propia vida inadvertidamente a causa de la depresión. Por ejemplo cuando los perros se sienten muy solos por la pérdida de un compañero, tienden a dejar de comer y evitan el contacto humano, hasta que mueren.
La inactividad causada por la depresión no puede considerarse un suicidio, aunque lleve también a la muerte del animal.
En cambio los delfines, animales cuya inteligencia ha sido reconocida por la ciencia desde hace años, presentan comportamientos extraños, muy parecidos a los de los seres humanos. Estas criaturas las únicas que practican el sexo lúdico, es decir, que mantienen relaciones sexuales por placer, no sólo con fines reproductivos.
Son estos maravillosos animales los que han contado con el mayor número de registros de muertes misteriosas o suicidios. En el documental ganador del Oscar The Cove, el antiguo entrenador de delfines Ric O’ Barry asegura que un delfín con el que trabajo saltó de agua y se suicidó en sus brazos.
Otro caso mucho más llamativo sucedió hace poco en la isla Boa Vista, en Cabo Verde.
De acuerdo con los reportes del periódico Independent, aproximadamente 130 delfines cabeza de melón vararon y murieron en las costas de ese país africano el 24 de septiembre.
Lo curioso fue que sin importar los esfuerzos de decenas de voluntarios por regresarlos al mar, estos animales simplemente regresaban a la orilla.
El grupo ambientalista local llamado BIOS asegura que jamás había ocurrido un acontecimiento como ese. Expertos comentaron a Independent que algunos posibles factores que provocaron este fenómeno pudieron ser enfermedades, errores de navegación, la presencia de un depredador o las condiciones climáticas actuales.
Estos animales murieron a causa de que las paredes de su pecho comenzaron a comprimir sus órganos, ya que no eran soportados por el peso del agua.
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