Suben de peso, se abulta el abdomen, y hasta sienten contracciones y dan leche: es posible sentirse embarazada sin estarlo. Esto es lo que se conoce como embarazo psicológico, que suele afectar a los animales, aunque también existen casos en humanos.
También conocido como pseudociesis, embarazo imaginario, fantasma o histérico, es un fenómeno poco común. Por eso mismo, hoy queremos hablarles acerca del embarazo psicológico en los humanos.
Pseudociesis: embarazo psicológico

El embarazo sicológico es una condición psicogénica, es decir, que proviene de la mente pero se traduce en síntomas físicos. Los primeros casos de pseudociesis, datan del año 300 a. C., pero recién en el siglo XX se comenzó a estudiar con seriedad.
El embarazo fantasma puede ocurrir a cualquier edad; se han visto casos en personas entre los 6 y 79 años. La edad promedio en que ocurren los embarazos sicológicos es de 33 años y, esta condición psicogénica ocurre con más frecuencia en mujeres que están en su segundo matrimonio. Incluso, hay hombres que han desarrollado embarazos psicológicos.
Quienes sufren de este embarazo fantasma presentan, incluso de forma exagerada, todos los síntomas de un embarazo, con excepción de la existencia de latido fetal. Incluso, es tanto el poder de la mente sobre el cuerpo, que muchas mujeres dan positivo en pruebas de embarazo, ya que la concentración hormonal tan propia del estado de gravidez también está presente.
Actualmente, se calcula que, cada 22 mil nacimientos, se dan entre 2 y 6 casos de embarazo psicológico, aunque los datos corresponden solo a los Estados Unidos.
Por qué se produce el embarazo psicológico
Como dijimos, el embarazo psicológico es una condición psicogénica, en donde la mente engaña al cuerpo para que presente señalas físicas de una enfermedad o estado que no padece de forma real. Si bien no hay una respuesta absoluta sobre por qué se da un embarazo fantasma, existen varias teorías que resultan bastante creíbles.
Una de ellas el la Teoría del conflicto, en que el deseo de estar embarazada es tan fuerte que provoca un conflicto interno en el cuerpo, lo que causa cambios hormonales que imitan a los del embarazo.
Otra explicación posible es la llamada Teoría del cumplimiento de deseo. En ella, y sospechando de pequeños cambios físicos, la persona se convence totalmente sobre la existencia de un embarazo, ya que desean esperar un hijo.
La tercera teoría aceptada, es la Teoría de depresión. Personas que sufren de una depresión mayor, pueden presentar señales físicas de un embarazo.
En todas estas teorías, hay una cosa en común: el embarazo psicológico tiene como principal participante a la glándula pituitaria, desde donde se secreta la prolactina, una hormona que estimula la secreción de leche en los humanos y que se ubica en la base del cerebro, por lo que también podría tener influencia en otros componentes del sistema endocrino.
Al rol de la glándula pituitaria se suman otras liberaciones hormonales fuera de lugar, que dan paso a una representación física de los síntomas del embarazo, aunque no se sabe bien qué las empuja para estar en concentraciones propias de una mujer embarazada.
Cuando el médico diagnostica un embarazo fantasma se debe empezar un tratamiento que considere las causas psicológicas y emocionales detrás de este, que puede ir acompañado de estrés, ansiedad y depresión.
¿Sabías que el embarazo psicológico es posible en seres humanos? ¿Conoces, algún caso de estos?