Para los seres humanos cazar una araña no es asunto complicado; tenemos muchas maneras de hacernos de una. Sin embargo, en los insectos esta tarea es realmente impensable ya que son sus presas naturales.
Se supone que un arácnido cace un insecto y no a la inversa. Pero he aquí que existe un tipo de insecto asesino, nombrado Stenolemus bituberus, que trastoca dicha fórmula. Veamos qué hace para agenciarse su alimento.
Stenolemus bituberus
Según estudios realizados, estas singulares criaturas australianas emplean los sonidos para cubrir sus pasos evitando ser descubiertas mientras acechan a las víctimas. Con astucia, aprovechan el roce que hace el viento contra la tela de la araña y sin ser notadas se acercan sigilosamente.
El alcance visual de las arañas es muy primitivo, en cambio, sus capacidades auditivas están desarrolladas. El sistema sensorial que emplean se basa en interpretar adecuadamente las vibraciones que se producen en su red.
Dicha tela de seda está adaptada para transmitir sonidos a sus posibles presas. Cuando caen las “escuchan” y van a su encuentro.
La pantalla de humo
Los asesinos utilizan esta táctica, llamada conducta oportunista de “pantalla de humo” para atraer a sus presas.
Cualquier onda sonora que alcance la red será interpretada por los arácnidos como su jugoso alimento, momento justo en que el cazador se convierte en cazado al recibir un pinchazo del hocico afilado de sus depredadores.
En la tela de araña
Lo interesante es que, si el insecto se tropieza con una tela vacía, y el viento la roza, este no realiza ningún movimiento acechador, lo cual confirma que es un comportamiento predatorio reflejo, más que una simple reacción ante el movimiento de la tela.
Por otra parte, los insectos muestran una manera rara de moverse, una especie de trote irregular, cuyo propósito pudiera ser despistar a sus presas en relación con el tipo de vibración que se transmite en la trama, quizás simulando el sonido de partículas arrastradas por el viento y luego de insectos atrapados.
Para la ciencia es muy importante conocer más organismos que empleen vibraciones al cazar a sus víctimas.
Esto permite comprender los mecanismos de supervivencia de las especies, adquiridos en el proceso evolutivo, pero también plantea nuevas interrogantes sobre las reacciones de las arañas frente a los estímulos de tan sutil depredador, las que serán la base de futuras investigaciones.