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Viviste engañado: las estatuas griegas y romanas no son blancas

14 Ene 2021 – 12:29 PM EST
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Las estatuas griegas y romanas se coronan como parte del arte más exquisito que nos sorprende con el detalle tan perfecto que vemos sobre el mármol blanco. No obstante, hemos vivido engañados durante años al creer que estas magníficas obras de arte realmente eran blancas en la antigüedad.

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Las estatuas griegas y romanas no eran blancas

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Para muchos, el arte clásico se caracteriza por el hermoso mármol blanco de las estatuas. Sin embargo, en realidad, estas esculturas estaban llenas de colores brillantes creados por pigmentos minerales y orgánicos.

Por ejemplo, el verde provenía de la malaquita, el azul de la azurita, el amarillo y ocre de compuestos de arsénico, el rojo de cinabrio, el negro de hueso quemado y vid, etc.

Reconocidas obras como el 'Augusto de Prima Porta' que data del siglo I d.C. y que luce magnífico y triunfante en mármol blanco en el Museo del Vaticano, realmente presumía una gama de colores variada: la piel bronceada, cabello castaño y una toga roja y morada.

De acuerdo con un mini documental de ARTE, en la Grecia antigua la escultura y la pintura iban de la mano. Juntas, estas dos artes les permitían a los griegos plasmar a sus dioses en colores brillantes. De acuerdo con el arqueólogo e historiador del arte, Philippe Jockey, el uso de color era fundamental en la relación de los griegos con sus dioses.

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quote: La relación con los dioses se buscaba por medio del color.

Entre más colorida fuera la estatua, mayor impresión se podía lograr con los dioses. Aunado a ello, la revista especializada, The Smithsonian Magazine asegura que los griegos pensaban y capturaban a sus dioses en color, de tal forma que los templos se erguían como coloridos y poderosos escenarios.

quote: Pensaban en sus dioses con colores vivos y también los retrataban de esa manera.

Después de la caída de estos imperios de la Antigüedad, las esculturas perdieron sus colores originales con el paso de los años. Siglos después, cuando los artistas del Renacimiento encontraron estas estatuas, muchos de los colores ya estaban desvanecidos y el mármol blanco se convirtió en la norma para crear este tipo de obras inspiradas en el arte clásico.

Sin embargo, no todas las esculturas habían perdido sus colores. De acuerdo con un mini documental de VOX, sí existían pruebas de que estas obras de arte en algún momento había tenido vivos colores.

Por ejemplo, en Pompeya se descubrió una gran variedad de frescos en donde era evidente el uso del color por los romanos. Inclusive había una pintura en donde se observa a un artista con un pincel frente a una estatua. Más evidencia no era posible.

Aún así, se decidió ignorar y tomar como ley lo que el historiador Johann Joachim Winckelmann concibió como hermoso en el arte de la antigüedad en 1764. En sus palabras, «cuanto más blanco es el cuerpo, más hermoso es».

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A pesar de la evidencia de que en la antigüedad sí había color, Winckelmann rechazó las pruebas obvias e incluso consideró que las esculturas con colores descubiertas en Pompeya eran demasiado primitivas para haber sido realizadas por los antiguos romanos.

Desde el Renacimiento, el mármol blanco se convirtió en la norma para muchas esculturas. No obstante, hoy en día existen varios historiadores y arqueólogos convencidos en mostrar la realidad del arte antiguo.

Por ejemplo, el arqueólogo alemán Vinzenz Brinkmann creó una colección de obras titulada ' Gods in Color' en donde se pueden apreciar los verdaderos colores de varias esculturas romanas y griegas.

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