Texas ejecuta al reo Ramiro Gonzáles, acusado de secuestro, abuso y homicidio, quien buscaba evitar pena de muerte
HOUSTON; Texas.- Un hombre de Texas que admitió haber secuestrado, abusado sexualmente y asesinado a balazos a una joven del 18 años, novia de un narcotraficante, pidió detener su ejecución alegando que ya ha tomado responsabilidad del caso.
Sin embargo, el estado ya lo ejecutó.
Ramiro Gonzáles, de 41 años, quien ya tenía dos cadenas perpetuas por secuestrar y violar a otra mujer, fue ejecutado por inyección letal este miércoles por la tarde, en una penitenciaría estatal en Huntsville por el asesinato de Bridget Townsend, el día del cumpleaños de Bridget, quien cumpliría 41 años.
Gonzáles se disculpó con la familia de Townsend por su violación y asesinato en 2001.
"No puedo expresar con palabras el dolor que les he causado, el daño, lo que les he quitado y que no puedo devolver. Espero que esta disculpa sea suficiente", dijo.
"Nunca dejé de rezar para que me perdonaran y para que algún día tuviera la oportunidad de pedir perdón. A todos ustedes les debo mi vida y espero que algún día me perdonen", añadió, justo antes de recibir la dosis letal .
Cuando la droga surtió efecto, respiró siete veces y luego emitió sonidos similares a ronquidos. En menos de un minuto, cesó todo movimiento. Fue declarado muerto a las 6:50 pm, según el Departamento de Justicia Penal de Texas.
La ejecución de Gonzales es la segunda en Texas este año. El convicto asesino Iván Cantú fue ejecutado en febrero. Según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte, Texas cuenta actualmente con 185 personas en el corredor de la muerte.

El crimen de Bridget Townsend
Gonzáles presuntamente indicó a autoridades dónde había abandonado el cuerpo de Townsend, en octubre de 2002, dos años después de que fuera reportada como desaparecida.
Al hallar sus restos donde Gonzáles indicó, este fue condenado por asesinarla tras robarle drogas y dinero, y secuestrarla de su casa en el Condado Bandera, en enero del 2001.
Tras plagiarla, Gonzáles llevó a Townsend al rancho de su familia, ubicado en el Condado Medina, donde la violó y la asesinó.
Los abogados de Gonzáles pidieron a la Suprema Corte suspender su ejecución, argumentando que el culpable ya había tomado responsabilidad por lo que hizo, y que un perito de acusación se equivocó al asegurar que Gonzáles sería un peligro para la sociedad, un requisito penal para imponer la sentencia de muerte.
“ Él se ha dedicado fervientemente a mejorar personalmente, a la contemplación y oración, y se ha convertido en un adulto maduro, pacífico, amable y profundamente religioso. Él acepta su responsabilidad por sus crímenes y ha buscado redención a través de sus actos”, escribieron los abogados de Gonzáles este lunes en una petición.
Sus abogados argumentaban que la Corte de Apelaciones Criminales de Texas había violado sus derechos constitucionales al declinar revisar sus reclamos de que el experto en acusación, Edward Gripon, equivocadamente aseguró que Gonzáles podría ser un futuro peligro.
Gripon aseguró que su predicción estaba equivocada luego de reevaluar a Gonzáles en el 2022.
“Solo quiero que la madre de Townsend sepa cuánto lo lamento. Tomé todo lo que era de valor para una madre”, dijo Gonzáles en un video que fue remitido como parte de su petición de clemencia a la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas.
“Todos los días es una tarea constante el hacer todo lo que está en mis manos para sentir la responsabilidad por la vida que tomé”, aseguró Gonzáles.
Alegan que no piden venganza, sino justicia para Bridget Townsend
El hermano de Bridget Townsend, no está convencido.
En varias peticiones y publicaciones en Change.org, David Townsend ha criticado los esfuerzos de que Gonzáles sea percibido como cualquier otra cosa que no sea un asesino que cometió actos imperdonables y sostenía que la pena de muerte debía ser llevada a cabo, como finalmente se produjo.
“Nuestra familia no pide venganza, sino cierre y paz después de años de dolor, una petición que es obstaculizada al permitir que el causante de nuestro dolor permanezca en el ojo público”, escribió David Townsend.
A principios de este mes de junio, un grupo de once líderes evangélicos de Texas y del resto del país han solicitado a la Junta y al Gobernador de Texas, Greg Abbott, que suspenda la ejecución y otorgue clemencia a Gonzáles, asegurando que ahora él ayuda a otros reos que enfrentan la pena de muerte a través de un programa religioso.
“Escribimos como cristianos, llamando a perdonar la vida de otro cristiano, Ramiro Gonzáles. Ramiro ha cambiado. Porque ha cambiado, creemos que las circunstancias que lo rodean deben cambiar también”, escribieron.
Este lunes 24 de junio la Junta de Libertad Condicional voto 7-0 en contra de remover la pena de muerte a un castigo menor.
Miembros de la Junta también rechazaron concederle un indulto de 6 meses.
Fiscales describieron a Gonzáles como un predador sexual que admitió ante la policía haber ignorado las súplicas de Townsend para que le perdonara la vida.
Argumentaron además que el jurado llegó a la decisión correcta de una pena de muerte porque ha tenido un largo historial criminal y no muestra arrepentimiento.
“El castigo del Estado fue abrumador”, dijo el Fiscal General. “Incluso si el testimonio del Doctor Gripon se hubiera borrado de la pizarra de castigo, no hubiera importado”.
Años de apelaciones terminan este miércoles para Ramiro Gonzáles
En el 2022 la ejecución de Gonzáles ya había sido suspendida luego de que la Corte de Apelaciones de Texas indicara que hubo un falso testimonio durante la sentencia del hispano.
Las autoridades han aclarado que su culpabilidad en el asesinato de Townsend no está en duda, sólo su castigo de muerte sobre la vida en prisión.
En ese año, más de 12,000 firmas fueron recolectadas pidiendo al Gobernador de Texas, Greg Abbott, que detuviera la ejecución.
En la solicitud se alegaba que Gonzáles era una persona traumatizada por las secuelas de su infancia cuando sufrió de abuso físico, sexual, la pobreza y el abandono.
Por otra parte, los abogados del recluso también habían pedido al gobernador que aplazara la ejecución porque él quería ser considerado como un donante vivo de riñones.