El jefe del FBI explica en una carta a empleados que avisó al Congreso sobre los nuevos mails de Clinton porque sintió la "obligación"

El director del FBI, James Comey, explicó en un memorando a sus empleados que notificó al Congreso sobre la revisión de los nuevos correos de Hillary Clinton porque sintió la "obligación" tras haber testificado en los últimos meses que la investigación de la agencia estaba cerrada.
"Por supuesto que usualmente no le decimos al Congreso sobre nuestras investigaciones en curso, pero sentí la obligación dado que había testificado en repetidas ocasiones en los últimos meses que nuestra investigación estaba cerrada", se lee en el documento publicado por Fox News.
"También creo que sería poco transparente con los estadounidenses el no agregar estos documentos a los registros", agregó. "En una breve carta y en medio de un proceso electoral existe un riesgo significativo de ser malinterpretado, pero quiero que lo sepan por mí", concluyó.
Con una revelación dramática que puede impactar el resultado de la elección, Comey anunció la decisión de investigar de nuevo a Hillary Clinton solo 11 días antes de la votación.
La agencia encontró durante una investigación a la expareja de una asesora de Clinton nuevos correos "pertinentes" para saber si la candidata demócrata puso en peligro la seguridad nacional cuando era secretaria de Estado.
En su carta a congresistas, Comey informó que no tiene certeza de cuánto puede durar la investigación ni si los correos encontrados contienen información de carácter clasificado.
La relevancia de estos correos es desconocida pero su anuncio en un momento de la campaña en que cualquier noticia de impacto puede tener grandes consecuencias ha sido cuestionado por el equipo de Clinton y elogiado por el republicano Donald Trump.
Los demócratas están arremetiendo con dureza contra él por hacer un anuncio escaso en detalles que inyecta una dosis de misterio innecesario que tendrá peso en la decisión de los votantes. Clinton dijo este viernes por la noche en una rueda de prensa desde Iowa que es "imperativo" que Comey aporte detalles sin demoras, argumentando que los votantes deben saber que la información no es de alcance.
Otros han sido más severos. Un exportavoz del Departamento de Justicia, Matthew Miller, calificó de "revelación inapropiada" y "abuso" el anuncio de Comey.
Comey debía ser consciente de la repercusión que tendría su carta. Él explica que la envía porque considera necesario "poner al día" a los líderes del Congreso tras sus previas comparecencias. Los críticos han señalado que su comportamiento responde a un "exceso de cautela". También es posible que Comey hiciera un cálculo de daños, considerando que si revelaba la investigación tras el día de la elección la credibilidad en la independencia de su agencia se hubiera hundido.
De hecho, las presiones que estaba recibiendo de parte de los republicanos el director del FBI pueden haber sido clave en su anuncio. Comey lleva meses siendo objeto de fuertes presiones de parte de los republicanos, que cuestionaron su decisión de no recomendar imputar a Clinton anunciada en una rueda de prensa el 5 de julio. Comey dijo que "ningún fiscal razonable" incriminaría a Clinton con la evidencia existente, pero añadió que la candidata demócrata fue "extremadamente negligente" al manejar información clasificada en un sistema privado de correos electrónicos de baja seguridad.
Desgaste emocional
Comey es un reputado fiscal que se convirtió en 2013 en el séptimo director del FBI. Registrado como republicano, fue nominado por el presidente Barack Obama y confirmado casi por unanimidad por el Congreso.
El FBI pasó un año investigando el uso de Clinton de un servidor de correo privado para asuntos oficiales durante sus años como secretaria de Estado, entre 2009 y 2013, después de que se conociera que había secretos clasificados en sus correos.
Comey ha defendido su decisión sobre Clinton en el Congreso durante varios interrogatorios maratónicos por parte de los congresistas republicanos. Se sometió a la primera de esas sesiones solo dos días después del cierre de la investigación, negando durante cuatro horas y media, sin pausa, cuestionamientos a su integridad y juicio y un posible doble rasero.
También ha sido criticado por su manejo de la investigación, en particular por su decisión de celebrar una rueda de prensa para su anuncio, una decisión que él defendió como un esfuerzo de transparencia.
Trump le ha puesto en su mira recientemente durante sus eventos de campaña, afirmando que si llega a la presidencia "investigará a los investigadores".
El candidato republicano a presidente ha intensificado sus ataques esta semana después de que Wall Street Journal revelara que la esposa del segundo de la agencia, Andrew McCabe, recibió donaciones de parte de un grupo político cercano a los Clinton durante su campaña en 2015 para la asamblea de Virginia.
Aunque Trump ha dicho que las donaciones influyeron en la decisión del FBI, McCabe no tuvo ningún rol en la investigación hasta marzo de este año, meses después de que concluyera sin éxito la campaña de su esposa, según alegó el FBI en un comunicado tras la información del Wall Street Journal.
Comey también se ha negado a reabrir la investigación conforme se han conocido nuevos detalles sobre el caso como cuando en septiembre se supo que miembros del círculo cercano a Clinton habían firmado acuerdos de inmunidad antes de los interrogatorios del FBI.
No queda claro si las presiones que ha recibido han sido relevantes para su decisión de este viernes, pero un reciente intercambio acalorado en el Congreso fue revelador de cierto desgaste emocional.
Normalmente calmado, Comey respondió de manera agitada a uno de los congresistas republicanos durante uno de sus testimonios ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes.
"Pueden decir que nos hemos equivocados, pero no nos llamen ratas. No somos ratas", respondió Comey. "Somos gente honesta y esté de acuerdo o no con el resultado, esto fue hecho de la manera que usted quiere que se haga".