Elecciones 2016

Putin, el temido 'titiritero' de la campaña electoral en EEUU

Durante el tercer debate presidencial entre Donald Trump y Hillary Clinton, el nombre del mandatario ruso volvió a relucir. Desde los tiempos de la Guerra Fría un hombre fuerte de Moscú no estaba tan presente en las preocupaciones de los políticos estadounidenses.
20 Oct 2016 – 01:47 AM EDT
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Un fantasma recorre la campaña electoral en Estados Unidos, el del presidente de Rusia, Vladimir Putin. Y lo hace de una manera que no se veía desde los momentos más álgidos de la Guerra Fría que enfrentó a Washington con Moscú.

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En el último debate presidencial en Las Vegas, Hillary Clinton fue la que sacó el nombre del presidente ruso en una maniobra preventiva contra Donald Trump con la que buscaba anular cualquier posible ataque sobre los emails de su campaña que ha ido filtrando Wikileaks en las últimas semanas.

“Estás citando a Wikileaks y lo que es importante de eso es que el Gobierno ruso está metido en espionaje contra estadounidenses (…) Esto viene de los más altos niveles del Gobierno ruso, claramente del mismo Putin”, dijo Clinton cuando el moderador Chris Wallace, hablando sobre inmigración, citó uno de esos correos donde ella hablaba de sus aspiraciones de lograr “comercio abierto y fronteras abiertas” en el hemisferio.

“Creo que la pregunta más importante de la noche, Chris, es si finalmente Donald Trump admite y condena lo que los rusos están haciendo y que él no tendrá la ayuda de Putin en estas elecciones (…) que rechaza el espionaje ruso contra estadounidenses, que ha incentivado en el pasado”.

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“¿En qué momento terminamos hablando de Putin?”, dijo Trump al final algo desconcertado.

La verdad es que nunca se ha dejado de hablar de Putin y Rusia a lo largo de esta campaña, por muchas razones, más allá de Wikileaks.

El 'amigo' de Putin

El papel de Moscú en la guerra civil en Siria, por ejemplo, donde Rusia ha complicado la estrategia que habrían preferido algunos gobiernos de Occidente, ha profundizado los crecientes roces entre Washington y Moscú.

Mientras Clinton busca vincular a su rival republicano con el mandatario ruso, un líder con mala imagen entre muchos electores estadounidenses, Trump quiere achacarle a la ex secretaria de Estado la responsabilidad por el descalabro del orden en Medio Oriente y hasta por el ascenso del grupo terrorista Estado Islámico.

Trump no se compromete a respetar los resultados de las elecciones

La demócrata quiere dar la idea de que Trump es 'amigo' –y de alguna manera 'títere'– de Putin, sugerencia que parece haber sacado de un reciente editorial de The Washington Post.

El candidato republicano busca convencer al electorado de que Clinton no tiene la capacidad de manejar a un líder fuerte como el ruso, de allí que durante el debate el mismo Trump sugiriera que ella sería la verdadera títere del Gobierno ruso.

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Desde la Guerra Fría

“Para recordar algo así (Rusia como argumento en una campaña política) habría que irse muy atrás en el tiempo. Eso era la esencia de la Guerra Fría”, dijo a Univision Noticias Daniel Lee, profesor del departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Nevada en Las Vegas.

“Hasta (el presidente de la Cámara de Representantes) Paul Ryan sugirió que esos emails no fuera parte de la campaña porque viniendo de una fuente intervencionista extranjera no deberíamos darle validez usándolo para tratar de ganar una elección”, comentó Lee.

Fuentes de inteligencia han asegurado a medios estadounidenses que existe una “creciente evidencia” de que Wikileaks está recibiendo sus datos de hackers rusos que pertenecen a organizaciones gubernamentales, aunque nadie ha asegurado aún que Putin sepa o esté detrás de una operación como esa.

Pero los demócratas tratan de presentar como antipatriótico el que Trump recurra a la información que suministra Wikileaks y que desestime las advertencias de la comunidad de inteligencia estadounidense.

Diferencias ideológicas y políticas se hicieron evidentes entre Clinton y Trump durante el último debate, aseguran analistas

Putin se defiende

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La campaña republicana ha enfrentado acusaciones sobre la proximidad del candidato o algunos de sus allegados a esferas afines a Moscú.

En agosto pasado, el entonces jefe de su campaña, Paul Manafort, tuvo que renunciar a su cargo luego de una serie de publicaciones de medios que lo vinculaban con políticos ucranianos prorrusos.

La campaña republicana tampoco ha aclarado el papel que juega Carter Page, un oscuro inversionista en el sector de energía que supuestamente, según el propio candidato, es parte del equipo de asesores en política internacional de Trump y quien tendría vínculos cercanos con el liderazgo ruso.

El hombre de la historia, Vladimir Putin, ha asegurado que su gobierno no tiene interés en interferir en la política interna estadounidense y que toda la “histeria ha sido promovida para distraer la atención del pueblo estadounidense de la esencia de lo que los hackers han liberado”, dijo en una entrevista a principios de octubre.

“Por alguna razón nadie habla de eso. Hablan de quién lo hizo. ¿Es eso realmente lo importante?”, se preguntaba Putin, con una línea argumental que muchos demócratas podrían señalar con sospecha por ser la misma que usa el candidato presidencial republicano.

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