Bloomberg propone regularizar a 11 millones de indocumentados... pero no dice cómo
El multimillonario y exalcalde de Nueva York por 12 años, Michael Bloomberg, prometió el miércoles en El Paso que si gana la elección presidencial impulsará una serie de reformas para favorecer a la comunidad latina, entre ellas, crear “un camino hacia la ciudadanía para los 11 millones de inmigrantes indocumentados que contribuyen a nuestra economía, cultura y comunidades”.
No es el primer precandidato a la nominación del Partido Demócrata en lanzar este tipo de oferta, pero para algunos, detrás del compromiso se esconde una estrategia que puede llevarse a cabo, incluso con un Congreso dividido.
Pero ¿qué tan factible es el plan de Bloomberg? Si gana la elección y se convierte en presidente, ¿tendrá mejores oportunidades de las que tuvo Barack Obama de aprobar una reforma migratoria? ¿Será capaz de conseguir el respaldo de los republicanos a su política migratoria, algo que en los últimos tres años Trump no ha podido lograr, aún cuando en los dos primeros años de su gobierno los republicanos controlaron ambas Cámaras del Congreso?
Política del ‘reinicio’
Fuentes demócratas conocedoras del tema y que han participado en los últimos años en negociaciones sobre planes de reforma migratoria, dijeron a Univision Noticias que, si gana Bloomberg la nominación presidencial del partido, gana la elección y se convierte en presidente, “habría un ‘reset’ (reinicio) en el Congreso que despejaría el escenario para llevar el tema a ambas Cámaras”.
“Y lo más probable es que los republicanos que apoyaron a Trump busquen la manera de congraciarse con la comunidad inmigrante y acepten una propuesta con apoyo bipartidista que incluya la legalización de los indocumentados”, agregaron.
Sin embargo, agregan, “debe primero ganar la nominación, y pare ello faltan meses de campaña y en el curso de este tiempo muchas cosas pueden suceder”.
“No basta con ofrecerlo”
Para algunos asesores demócratas que han colaborado con el Senado, “no basta con ofrecer” un camino a la ciudadanía sin ahondar en detalles respecto a cómo se hará y a cuándo. Y si ya existen conversaciones con ambos partidos para facilitar las discusiones en el Congreso cuando llegue el momento”.
Señalan además que, a nivel de la Cámara de Representantes “ya se han establecido acuerdos bipartidistas en esa dirección”, y señalan como ejemplos la aprobación en diciembre del año pasado de la denominada ‘Ley de Modernización de la Fuerza de Trabajo Agrícola’, incluye la ciudadanía para miles de trabajadores del campo indocumentados que llevan tiempo en Estados Unidos y carecen de antecedentes criminales, entre otros requisitos.
El proyecto de ley fue negociado durante poco más de ocho meses y contó con el respaldo del sector agrícola y organizaciones laborales, y se presentó con el apoyo de 26 demócratas y 23 republicanos.
También mencionaron la aprobación en junio de 2019 de una iniciativa de ley para legalizar a cerca de 2 millones de dreamers e inmigrantes protegidos por un Estatus de protección Temporal (TPS) y con Partida Forzada Diferida (DED).
El Senado
Si los demócratas mantienen el control de la Cámara de Representantes, “el apoyo a la promesa de Bloomberg será evidente”, dijeron las fuentes, que prefieren mantener sus nombres en el anonimato.
En cuanto al Senado indicaron que, de acuerdo con los análisis hechos hasta ahora, “muchos republicanos tratarán de limpiar su imagen por haber apoyado al presidente, sobre todo en su política migratoria, y buscarán acercarse a la comunidad latina para garantizar triunfos electorales en elecciones futuras”.
“Pero eso sucederá si el presidente (Trump pierde la reelección”, precisan. “Para eso hay que trabajar duro de aquí a noviembre”.
Los dos proyectos de ley mencionados, tanto el de la regularización de campesinos como el de los dreamers e inmigrantes con TPS, fueron desestimados por el Senado y rechazados simultáneamente por la Casa Blanca de Trump, quien desde que llegó a la Casa Blanca el 20 de enero de 2017 ha impulsado una dura política migratoria de ‘tolerancia cero’ para la inmigración indocumentada.
Voluntad política
Para Juan José Gutiérrez, director ejecutivo del Movimiento Latino USA, en Los Ángeles (California), la promesa de Bloomberg es “interesante”, pero hay que esperar a que primero gane y luego “muestre que en verdad tiene voluntad política para hacerlo”.
“Llevamos 20 años esperando a que el Congreso actúe y no hemos conseguido la reforma migratoria para que los indocumentados se legalicen y después se conviertan en ciudadanos. Ha faltado voluntad política”, asegura el activista.
Gutiérrez dijo además que “si Bloomberg o cualquier otro demócrata que llegue a la Casa Blanca realmente quiere impulsar una reforma migratoria, lo puede hacer. Pero en el caso específico de el exalcalde, es que se trata de un multimillonario que tiene todo lo que se requiere: experiencia y relaciones en todos los niveles”.
“Pero hay que recalcar que no solo se trata de ofrecerlo. Barack Obama lo hizo dos veces y nunca tuvo la voluntad política suficiente. Por eso hemos tenido que penar todos estos años con problemas, persecución, redadas y deportaciones. Vamos a esperar para ver qué sucede”, indicó.
El legado de Obama
Siendo todavía candidato a la nominación por el Partido Demócrata, Obama ofreció una reforma migratoria en los primeros 100 días de su gobierno, compromiso que luego extendió al primer año.
Pero las guerras en Irak y Afganistán, la crisis financiera y la reforma de salud desplazaron la reforma para más adelante, pensando que en las elecciones de mitad de periodo de 2010 los demócratas mantendrían el control de ambas cámaras del Congreso.
No fue así, y a partir de entonces, con la Cámara Baja bajo control republicano el tema de la reforma migratoria se volvió un reto imposible.
Durante la campaña de reelección 2012 Obama volvió a ofrecer la reforma migratoria en el primer año de su segundo mandato.
En junio de 2013 un grupo bipartidista denominado la Pandilla de los Ocho llevó al pleno y aprobó un proyecto de ley (S.744) que incluyó la ciudadanía para la mayoría de los 11 millones de indocumentados, pero la iniciativa fue desestimada por el liderazgo republicano de la Cámara de Representantes.
Obama, pese al capital político invertido, se marchó de la Casa Blanca con un récord de deportados estimados en poco más de 2.5 millones.