Trabajar con papeles falsos: estas son las graves consecuencias
Para el gobierno la permanencia indocumentada no constituye una causa de deportación, excepto si el inmigrante comete un crimen grave que lo convierta en inadmisible. Pero el uso de “papeles falsos”, tal como una licencia de manejar o una tarjeta de Seguro Social, en algunos estados puede que, si lo detienen, le levanten cargos criminales graves que inicien un proceso de remoción.
“No estamos viendo una persecución de personas que utilizan documentos falsos para vivir en Estados Unidos, pero el empleo de papeles falsificados o que pertenecen a otras personas puede ponerlo en riesgo de ser expulsado”, dice Alex Gálvez, un abogado de inmigración que ejerce en Los Ángeles (California).
Gálvez dice además que en California, “no estamos viendo eso” y que la presión ejercida por la Casa Blanca de Donald Trump en los últimos cuatro años“ está desapareciendo.
Doble estándar
Sin embargo, a pesar que el actual gobierno no persigue esta infracción como lo hizo su antecesor, “las leyes son contradictorias”, señala Gálvez. “No quieren que una persona esté aquí indocumentada, sin embargo quieren que trabaje y pague impuestos”.
“Cuando un inmigrante va a un tribunal de inmigración, los jueces preguntan si la persona está trabajando. Y no lo preguntan porque sea algo malo, sino para descartar que sea o se haya convertido en una carga pública, porque eso sí es malo”, señala.
La política vieja
Bajo el gobierno anterior, la prioridad era la persecución de aquellos que utilizan documentos fraudulentos. Miles de operativos se pusieron en curso para detener a inmigrantes y deportarlos por este motivo, todo ello bajo la denominada política de ‘tolerancia cero’.
En julio de 2018, por ejemplo, la Oficina de Inmigración y Aduanas reportó “más de 5,200 avisos de auditoría I-9 a empresas”. Un año después, dijo que había llevado a cabo 2,738 inspecciones y 32 arrestos.
Uno de ellos fueron siete redadas simultáneas en igual numero de plantas procesadoras de carnes en Mississippi, que finalizaron con 680 trabajadores arrestados bajo cargos de permanencia indocumentada y uso de documentos falsos para laborar en el país.
El 20 de enero de este año el presidente Joe Biden cambió la política migratoria y también las prioridades de deportación. Pero a pesar del giro, los expertos siguen advirtiendo que usar documentos falsificados sigue siendo un problema que, en algunos casos, puede iniciar un proceso de deportación de Estados Unidos.