Texas añade a Chicago como destino de inmigrantes expulsados en autobuses
El estado de Texas agregó a Chicago a la lista de ciudades de destino de inmigrantes indocumentados expulsados que llegan a la frontera en busca de asilo, y el gobierno federal los libera mientras se procesan sus casos en la Corte de Inmigración (EOIR).
El miércoles el gobernador Greg Abbott anunció la llegada del primer grupo en autobús desde la frontera con México a Chicago.
Abbott dijo en un comunicado que “los inmigrantes fueron dejados en Union Station” en horas de la noche. Y que además de Washington, D.C. y la ciudad de Nueva York, “Chicago ahora será un lugar de entrega para la estrategia de transporte en autobús como parte de la respuesta a las políticas de fronteras abiertas del presidente (Joe) Biden que abruman a las comunidades fronterizas de Texas”.
Texas inició el abril en envío de inmigrantes hacia ciudades gobernadas por demócratas como parte de una estrategia de campaña de Abbott, quien defiende la política migratoria de tolerancia cero del expresidente Donald Trump y culpa a la Administración de Biden de haber provocado una crisis histórica en la frontera sur.
La Casa Blanca responde que desde el 20 de enero del año pasado el gobierno ha desarmado la política de tolerancia cero del anterior gobierno dando paso al respeto del debido proceso migratorio establecido por el Congreso.
Cabe destacar que la política migratoria de Trump fue establecida a base de unos 400 memorandos y órdenes ejecutivas sin la aprobación del legislativo.
La oficina de la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, calificó de "racista" y "crueldad humana" el envío de buses con inmigrantes desde Texas, pero afirmó el compromiso de la ciudad de dar la bienvenida a los refugiados expulsados por el gobernador Abbott.
Los primeros 77
En los dos primeros autobuses que arribaron el miércoles a Chicago “venían 77 inmigrantes de varias nacionalidades”, dijo a Univision Noticias Artemio Arreola, director del Illinois Coalition for Immigramt and Refugee Rights (ICIRR). “Junto con la municipalidad, autoridades del Estado y otras organizaciones, les dimos la bienvenida a estos refugiados”, indicó.
Arreola dijo que el envío de indocumentados se trata de una “campaña política dirigida por el gobernador de Texas como parte de una estrategia de campaña de reelección”, pero que los grupos y autoridades de Chicago les preocupa más “el bienestar” de estas personas.
“Se debería coordinar mejor estos traslados y estamos tratando de evitar que se formen ‘cuellos de botella’ con nuevos envíos. Por eso nos estamos preparando para ayudar a que se reencuentran con familiares aquí y en otros estados, y también con apoyo temporal en caso decidan quedarse en Chicago”, precisó.
El activista dijo además que “en Chicago hace falta mano de obra, por lo que no habría problema para conseguirles un empleo mientras aguardan la resolución de sus casos migratorios”. Indicó que “en el esfuerzo por ayudar, además del gobierno municipal y estatal, “están las iglesias que se sumaron para darles una mano”.
“Pudiera hacerse mejor”, dijo Arreola. “Pero se está haciendo lo que se puede con la llegada sorpresa de estas personas. No los vamos a dejar solos”.
A su vez, Emma Lozano, pastora de la Iglesia Metodista Unida Lincoln, dijo que la llegada de autobuses con inmigrantes desde Texas ·es parte de un acto político orquestado por el gobernador Abbott” quien busca ser reelecto en los comicios de medio tiempo de noviembre.
La postura de Abbott
Abbott, al dar a conocer el nuevo destino de indocumentados, dijo que “la inacción del presidente Biden en nuestra frontera sur continúa poniendo en riesgo la vida de los tejanos y estadounidenses, y está abrumando a nuestras comunidades".
"Para continuar brindando el alivio que tanto necesitan nuestras pequeñas ciudades fronterizas invadidas, Chicago se unirá a las ciudades santuario de Washington, D.C. y la ciudad de Nueva York como un lugar de entrega adicional”, indicó.
El gobernador dijo además que “a la alcaldesa Lightfoot le encanta promocionar la responsabilidad de su ciudad de dar la bienvenida a todos independientemente de su estatus legal, y espero ver esta responsabilidad en acción a medida que estos migrantes reciban recursos de una ciudad santuario con la capacidad de atenderlos".
Lo que no menciona Abbott en sus argumentos es que los inmigrantes hallados por las autoridades de inmigración en la frontera fueron interrogados y pasaron las primeras entrevistas de miedo o temor creíble y demostraron tener una causa probable de asilo.
De acuerdo con el debido proceso migratorio vigente y defendido por el gobierno de Biden, los casos de estas personas fueron remitidos a la Corte de Inmigración (EOIR) donde será un juez quien decida sus futuros en Estados Unidos.
La EOIR, además, tiene una acumulación de más de 1.9 millones de casos y en promedio los casos pudieran demorar entre 3 y 4 años en ser resueltos.
El gobierno de Biden reitera que la única manera de acelerar los procesos es por medio de una intervención del Congreso, ya sea modernizando las leyes migratorias o asignando mayores recursos para la contratación de nuevos jueces de inmigración.
Abogados advierten
Desde que comenzaron los traslados en abril, organizaciones y abogados consultados por Univision Noticias han advertido que los pasos a seguir por los inmigrantes liberados en la frontera y aquellos que están expulsados por Texas a otros estados, “son clave para defender sus derechos de permanencia”.
“Hay que revisar la documentación que les entregó el gobierno federal cuando fueron procesados y luego puestos en libertad, verificar bajo qué programa de detención alternativo (ATD) fueron liberados y chequear la jurisdicción para presentarse a sus audiencias o citas dentro del caso de inmigración que les abrieron”, reitera Jaime Barrón, un abogado de inmigración que ejerce en Dallas, Texas.
“Deben verificar la dirección que dieron a las autoridades y si coincide con la jurisdicción asignada al caso. Y si se cambian o mudan de dirección, por ejemplo, Chicago, la Ciudad de Nueva York o Washington DC, deben pedir la transferencia del proceso a la agencia de inmigración más cerca del lugar donde vivirán”.
Barrón agregó que “esperamos que en el camino la persona encuentre abogados que puedan asesorarlo para que tenga la oportunidad básica de defenderse y ejercer sus derechos de permanencia”.
Arreola dijo que entre las asistencias que están dando las autoridades de Chicago y las organizaciones, se contempla asesoría legal a los refugiados.
A la pregunta de si el traslado desde Texas a Chicago, Washington DC o Nueva York es legal, Barrón dijo que “se trata de un abuso de autoridad de parte de Texas que hace de esto una campaña política”. Y advirtió que “esta movilización prácticamente los coloca en la mira de ICE”.
“Si la gente no se presenta a sus citas, sea porque extraviaron los documentos, porque se quedaron en otro estado distinto al que reportaron a las autoridades federales y nadie les explicó que deben notificar los cambios de dirección y que no asistir a una cita es grave, pueden recibir una orden de deportación en ausencia y perder sus derechos de permanencia en Estados Unidos”, advirtió.