Tijuana se llena de migrantes de la caravana y su alcalde los recibe con un discurso trumpista
TIJUANA, México.- “No me atrevo a calificar a esas personas como migrantes, dentro de este grupo de personas se ha colado una serie de viciosos… son una bola de vagos y marihuanos”. Fueron las palabras con las que se refirió el alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, a los integrantes de la caravana migrante que desde el pasado domingo 11 de noviembre arribaron a la ciudad.
En palabras dichas para Milenio, diario de la Ciudad de México, el pasado jueves 15 de noviembre, el alcalde representante del conservador Partido Acción Nacional (PAN) además pidió que se les aplique de inmediato el Artículo 33 Constitucional por “indeseables” y porque “no queremos que estén molestando a Tijuana”.
También compartió que realizará una consulta para ver si los ciudadanos quieren que “sigamos recibiendo a estas personas” y de resultar a su favor buscaría la manera de sacarlos de la ciudad o incluso poner retenes en Tecate para que no sigan entrando porque este “es un tema que nos ha venido aquejando”.
Ciudadanos que están en contra de la intolerancia y activistas promigrantes como el Comité Estratégico de Ayuda Humanitaria y Ángeles de la Frontera, además de los propios migrantes, consideran que Juan Manuel Gastélum se ha convertido en el Donald Trump de la caravana, porque sus palabras no distan mucho de cuando el mandatario estadounidense señaló que "cuando México nos manda gente, no nos mandan a los mejores. Nos mandan gente con un montón de problemas, que nos traen drogas, crimen, violadores…".
Palabras que recalaron de manera sensible entre los mexicanos y la clase política del país, por considerar las expresiones como xenófobas y racistas, algo que ahora los ciudadanos ven en el alcalde de Tijuana, a quien consideran que pasará a la historia como el funcionario que “no quiere a los migrantes” en una ciudad construida y forjada por propios migrantes.
Lo preocupante que ven activistas como Jorge Luis Villa, de Diversidad Migrante, sobre este discurso, además de lo xenófobo, es que las dijera un día después de que un pequeño grupo de personas agrediera verbalmente y con piedras a los integrantes de la caravana que se habían instalado al pie del faro de Playas de Tijuana.
Agresiones bajo el argumento de que “son vagos y delincuentes que solamente le hacen daño a la ciudad”, como lo hizo saber una de las manifestantes que en el altercado también golpeó a una reportera del Semanario Zeta de Tijuana.
Discurso que pareciera ser validado y respaldado por el alcalde, como lo aseguran también algunos personajes de la clase política de Tijuana, quienes opinan que son igual de racistas sus declaraciones a las que ha hecho Donald Trump.
Leonel Godoy Rangel, delegado especial del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en Baja California, es uno de los que ya salió a decir que lo dicho por el alcalde del PAN es “la típica de un racista, y no vale ningún otro comentario”.
Aunado a ello, señalan que esta situación está siendo politizada por Gastélum Buenrostro no solamente por hacerse de recursos federales para “tratar de atender” a los migrantes, sino porque el próximo año vienen las elecciones a gobernador y alcaldes en el estado de Baja California y esta puede ser una forma de ganarse adeptos y levantar la “pésima” imagen que ya tiene y así buscar la reelección.
Algo similar con Donald Trump y que especialistas han venido señalando, el hecho de que esté utilizando nuevamente el tema con fines políticos y electorales, al considerar también que entre la caravana vienen “criminales e infiltrados del Medio Oriente”.
Discurso que se asemeja al utilizado por Gastélum Buenrostro, quien aseguró que la seguridad y la tranquilidad de los tijuanenses “está en riesgo” ante la llegada de los migrantes, porque “llegan con un plan agresivo y grosero”.
Prohibió el primer asentamiento de haitianos en Tijuana
El alcalde también destacó en dicha entrevista que con los haitianos fue distinto, porque ellos traían sus papeles y venían en orden para hacer su trámite ante Estados Unidos.
Sin embargo, activistas recordaron que en aquella ocasión fue el propio Juan Manuel Gastélum quien clausuró las obras de la 'Little Haiti' por considerar que había “supuestos apoyadores” que solamente se estaban “aprovechando” de la indigencia de los haitianos.
El proyecto había sido impulsado por el pastor Gustavo Banda Aceves, coordinador de la iglesia y albergue Embajadores de Jesús, ubicado en la zona del Cañón de los Alacranes, quien en aras de contribuir a la problemática y de apoyar a los migrantes haitianos, pretendía construir alrededor de 100 casas pequeñas para ellos, en un territorio del propio pastor.
De esa situación, a Juan Manuel Gastélum se le conoce también por ser el presidente municipal que obstaculizó el primer asentamiento haitiano en la ciudad y por haber dicho en su momento que a los haitianos se les veía como “pobrecitos”, cuando en realidad muchas de estas personas tenían recursos y no habían llegado aquí “a pie".
Hasta cuatro meses podría prolongarse la espera
Alejandro Salinas, coordinador del Grupo BETA del Instituto Nacional de Migración (INM), confirmó que la espera de los migrantes en Tijuana para poder ser atendidos por el personal de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) podría prolongarse hasta cuatro meses.
Lo cual abre una serie de posibles escenarios bajo el entendido de que la ciudad no está preparada para atender a los más de 3 mil migrantes que se espere terminen de arribar en próximos días y que no se hicieron las previsiones necesarias antes de que arribaran los primeros.
Tanto el Gobierno del Estado, como el del Municipio, están abogando y esperando a recibir un apoyo de 80 millones de pesos por parte del Gobierno Federal, con el cual pretenden resarcir la situación.
Sin embargo, el secretario de Gobierno del Estado, Francisco Rueda Gómez, también compartió que ante las dificultades que tendrá el estado durante este tiempo, se les conminará a los migrantes para que se desplacen a otros estados fronterizos y realicen sus trámites de asilo en otros lugares, para así aligerar el cuello de botella que ya existe en Tijuana.
Migrantes que fueron cuestionados por este medio, aseguran que seguirán firmes con la intención del asilo en esta ciudad porque ya vieron que la caravana pasada, que arribó en mayo de este mismo año, tuvo éxito al arribar por esta frontera y esperan que pase lo mismo con ellos.
Pocos son los que han manifestado el pretender quedarse en esta ciudad en caso de que les sea negado el asilo o se desista de solicitarlo, puesto que no ven como opción el estar en la ciudad por siempre, como lo hizo saber Sandy Carolina Estrada, quien desea poder ingresar a Estados Unidos porque allá se encuentra su madre y una de sus hermanas.
Panorama que se torna complicado para el municipio, como lo ha hecho saber Hugo Castro, activista pro migrante de Ángeles de la Frontera Tijuana, dado que el refugio temporal que instalaron en la Unidad Deportiva “Benito Juárez” en la Zona Norte –una de las más violentas y conflictivas de la ciudad- no tiene cabida para albergar a tantos migrantes.
Por lo que asegura que muy probablemente muchos acamparán en espacios públicos y a la intemperie, como ya sucedió en Playas de Tijuana, lo cual podría acrecentar el descontento de la población y las agresiones a los propios migrantes.