Tras anuncio de restricción de visas, denuncian que Trump usa la pandemia para cambiar la política migratoria

Tras el anuncio hecho este lunes por la Casa Blanca, que el gobierno del presidente Donald Trump frenará temporalmente la emisión de visas H-1B, H-2B, H-4, L-1 y D-1 y tarjetas de residencia (green cards o tarjeta verde) hasta al menos el fin del año en curso, las críticas no se hicieron esperar.
“Esta no es una respuesta a la pandemia del covid-19 o una respuesta económica. Esta es la explotación de una pandemia para instituir políticas migratorias divisivas y cambiar la ley de inmigración sin el respaldo del Congreso”, dijo Andrea Flores, subdirectora de política de inmigración de la Unión Americana de Libertades Civiles ( ACLU).
Flores agregó que, durante meses, “expertos en salud pública han hecho recomendaciones de sentido común para frenar la propagación del covid-19, entre ellas liberar a las personas detenidas en centros de detención de ICE (Oficina de Inmigración y Aduanas), y CBP (Patrulla Fronteriza); suspender la aplicación de la ley de inmigración civil; y proporcionar acceso a pruebas y tratamiento para todos los que lo necesiten, independientemente de su estado migratorio”.
"Pero en cambio al ignorar estas recomendaciones, el gobierno ha prohibido a los solicitantes de asilo en la frontera, los solicitantes de la tarjeta verde, los estudiantes extranjeros y ahora incluso más inmigrantes que son fundamentales para la recuperación económica de nuestra nación", apuntó.
Miles serán afectados
Las restricciones evitarán la entrada al país de miles de trabajadores extranjeros cuyos puestos de trabajo serán priorizados entre trabajadores estadounidenses, ha dicho el gobierno.
"Como parte de nuestros esfuerzos por la recuperación de 'Estados Unidos primero', el presidente ha decidido suspender ciertos tipos de visados hasta el final de este año", dijo un funcionario durante una conferencia telefónica con periodistas para explicar la restricción.
La nueva orden reemplazará y extenderá la firmada por Trump el pasado 22 de abril que suspendió por 60 días la entrada de nuevos inmigrantes, pero dejó en suspenso los programas de visas para profesionales y otras categorías que esta vez sí fueron afectados.
“El Congreso debería investigar de inmediato el verdadero propósito y las ramificaciones de estas prohibiciones elaboradas por Stephen Miller”, dijo Flores.
Miller, uno de los principales asesores políticos del presidente, es sindicado de estar detrás de la política de tolerancia cero del gobierno. Entre los cambios que se le atribuyen, se cuenta la política de separaciones forzadas en la frontera llevada a cabo entre mayo y junio de 2018, el aumento de detenciones y deportaciones, los cambios a la política de asilo y ahora las restricciones a la inmigración legal.
Razones puestas en duda
“La nueva restricción se basa en la preservación de empleos para los trabajadores estadounidenses”, dijo Stephen Yale-Loher, profesor de la práctica de inmigración de la escuela de leyes de la Universidad de Cornell, Nueva York. “Sin embargo, no comprende que muchos trabajadores no inmigrantes, especialmente los trabajadores extranjeros altamente calificados, ayudan a hacer crecer la economía”.
En mayo, semanas después de la firma de la primera orden que suspendió la inmigración legal, más de 320 compañías estadounidenses enviaron una carta a la Casa Blanca señalándole varios ejemplos que indican como la restricción de trabajadores extranjeros temporales perjudicará y no ayudará a la economía.
Entre los ejemplos aportados señalan que, a lo largo de los años, las vacantes profesionales relacionadas con la informática han superado la disponibilidad de estadounidenses calificados para ocupar esos puestos. Y que, por esta razón, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informa que el 66% de todas las aprobaciones H-1B están en ocupaciones relacionadas con computadoras y, en consecuencia, el Departamento de Trabajo informa que el 60% de las certificaciones laborales permanentes aprobadas para patrocinar a nuevos titulares de tarjetas verdes se encuentran en ocupaciones informáticas y matemáticas, con la mayoría de las certificaciones laborales presentadas en nombre de la visa H-1B”.
“Es importante destacar que cuando se compilan los datos salariales del Departamento de Trabajo sobre los trabajadores H-1B, como el Instituto Cato lo hizo para un artículo de mayo de 2020, la conclusión inequívoca de los datos es que los empleados H-1B son, en promedio, mejor pagados, y que la tasa de desempleo en ocupaciones informáticas sigue siendo baja, alrededor del 2,8% hasta abril de 2020, según un análisis de mayo de 2020 de las ocupaciones gubernamentales”, añade.
En la primera línea
Respecto a límites a las visas L-1, la carta advierte que prohibir temporalmente el acceso a las transferencias intra-compañías es una preocupación importante “a medida que respondemos a los desafíos de la pandemia, porque el uso apropiado de la clasificación L-1 por los empleadores juega un papel directo en el apoyo a la creación de trabajo y retención de empleos en Estados Unidos, así como la expansión de la manufactura avanzada en el país, continuando tareas de investigación y desarrollo, aumentando las exportaciones y alentando a a los inversores extranjeros”.
“Otro estudio encontró que cada trabajador H-1B crea alrededor de cinco empleos para los trabajadores estadounidenses en el sector de tecnología”, dijo Yale-Loehr.
La organización FWD.us, un grupo de presión integrado por líderes de la comunidad tecnológica entre ellos Facebook, LinkedIn, Google y Dropbox, dijo que la medida “afectará seriamente” a la economía estadounidense.
“Tras una gran derrota en la Corte Suprema, por una decisión que respaldó el sentir arrollador del pueblo estadounidense al rechazar los esfuerzos el presidente para deportar a los beneficiarios de DACA, una vez más el presidente busca echarles la culpa a los inmigrantes para quitar atención de su pésimo manejo con la crisis del covid-19”, dijo Todd Schulte, presidente de FWD.us.
“Restricciones masivas a la inmigración legal, incluyendo limitar la cantidad de inmigrantes que contribuyen a la medicina, ciencia e investigación, quienes en estos momentos están desarrollando tratamientos para el coronavirus y otras enfermedades mortales, no solo obstaculizará los esfuerzos para salvar vidas, sino que impedirá la generación de empleos y afectará la economía mientras que el país lucha por recuperarse”, agregó.
Schulte dijo además que “ mayorías bipartidistas en el Congreso han rechazado en múltiples ocasiones los numerosos intentos del presidente en recortar la inmigración legal. Esto es un ataque directo a la innovación estadounidense y a nuestra habilidad como nación de beneficiarnos al poder atraer talento de cada rincón del mundo”.
El presidente de FWD.us indicó además que “hace tres años, cuando la tasa de desempleo estaba en 4%, el presidente propuso el proyecto de ley RAISE Act, el cual buscaba reducir la inmigración legal a más de 50%. Hoy en día con el desempleo en un 13%, el presidente quiere hacer los mismos recortes por orden ejecutiva. En ambas ocasiones, y en contra de evidencia real, aseveran que dichos recortes son necesarios para el crecimiento económico y para ayudar a los trabajadores estadounidenses. Pero las condiciones económicas han cambiado drásticamente mientras que los esfuerzos de la administración Trump por radicalmente restringir la inmigración legal se mantienen constantes”, apuntó.
Conservadores decepcionados
Para el grupo conservador La Iniciativa Libre y la organización Americans for Prosperity, la restricción anunciada por el gobierno es un error. “No es ningún secreto que los estadounidenses están ansiosos por su futuro económico. Pero, a medida que el país toma medidas para reabrir de manera segura, es fundamental que adoptemos el valor que los inmigrantes aportan a este país y reviertan el curso de estas suspensiones equivocadas”, dijeron sus directores Daniel Garza y Jorge Lima, respectivamente.
“Es importante recordar que a lo largo de la historia de nuestra nación, tanto en las altas como en las bajas, hemos visto comunidades y empresas estadounidenses, tanto pequeñas como grandes, experimentar un crecimiento y éxito sin paralelo a través del trabajo duro y la innovación de los no inmigrantes y los inmigrantes que trabajan juntos para construir nuestra nación y expandir la prosperidad para todos”, indicaron.
“Estas suspensiones crean cargas innecesarias y barreras adicionales para las empresas y las comunidades, al tiempo que limitan drásticamente las contribuciones, innovaciones e ideas a largo plazo que los inmigrantes aportan a nuestra nación”, concluyeron.