Una indocumentada mexicana se refugia en una iglesia en Denver para evitar su deportación
Jeanette Vizguerra, una inmigrante indocumentada, ayudó en 2015 a preparar un dormitorio en una iglesia de Denver para refugiar a un hombre que estaba al borde de la deportación. No le pasó por la mente que, dos años después, sería ella quien buscaría refugio allí para evitar ser expulsada a México.
Esto luego de que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) denegó extender una disposición conocida como stay que había suspendido temporalmente la orden de deportación que desde 2011 pesa sobre la mujer de 45 años que ha estado involucrada en la lucha por los derechos de inmigrantes y trabajadores.
"Es un reto más que nos pone la vida (...) Pensé que no iba a tener que necesitar algún día de esto que comencé a construir pensando que iba a ayudar a familias, y ahora lo estoy necesitando yo", dijo Vizguerra vía telefónica desde la iglesia First Unitarian Society a un grupo que se congregó junto a su abogado, Hans Meyer, para apoyarla.
"Desde aquí voy a continuar mi lucha porque sé que hay mucha gente allá afuera, no solo aquí (a nivel) local, también (a nivel) nacional que está dispuesta a luchar a mi lado", dijo con la garganta apretada la madre de tres menores de 6, 10 y 12 años nacidos en Estados Unidos y de una joven amparada por DACA.
El caso de Vizguerra recuerda el de la también mexicana Guadalupe García, quien se convirtió en un símbolo de la nueva política migratoria del presidente Donald Trump cuando fue deportada a inicios de febrero tras haber vivido por dos décadas en Estados Unidos.
Trump llegó al poder con una dura retórica hacia los inmigrantes indocumentados, a quienes ha catalogado como los "malos" que ponen en riesgo la seguridad nacional y hay que sacar del país. En sus primeros días como gobernante firmó un decreto modificando las prioridades de deportación y prohibiendo temporalmente la entrada al país a refugiados de siete países de mayoría musulmana. Y, solo la semana pasada, ICE detuvo a más de 680 inmigrantes en operativos realizados desde California hasta Kansas y Carolina del Sur.
El abogado de Vizguerra, quien ha abordado su caso en los últimos cuatro años, describió la decisión de ICE de no renovar la suspensión a su orden de deportación como "repulsiva".
"Jeanette es una madre de tres niños ciudadanos y ha vivido en la comunidad de Denver por casi dos décadas (...) se ha dedicado a luchar por los derechos de otros y también es superviviente del crimen violento y tiene pendiente una aplicación de estatus (una visa U). El hecho de que ICE le haya negado su stay es repulsivo", dijo Meyer durante la manifestación para respaldar a Vizguerra.
Un historia migratoria complicada
Vizguerra llegó a Estados Unidos hace casi dos décadas. Junto a su esposo decidió abandonar la Ciudad de México luego de que él fue asaltado en tres ocasiones a punta de pistola mientras trabajaba como chofer. Llegaron a Denver, Colorado, en 1997 con una hija de siete años en los brazos.
Su historia de complicó en 2009, cuando fue arrestada por una infracción de tránsito. En ese entonces, los indocumentados no podían obtener una licencia de conducir en ese estado y a Vizguerra también le encontraron una aplicación de trabajo en la que había escrito un número de Seguro Social inexistente. Eso le costó el inicio de un proceso que derivó en una orden de deportación en 2011, durante el gobierno del expresidente Barack Obama, catalogado por algunos como el 'deportador en jefe'.
"Mientras estaba apelando esa orden, en 2012 le avisaron que su mamá se estaba muriendo, que tenía cáncer y pocos días de vivir. Ella decidió regresar a México para estar con su mamá en sus últimos momentos. Tristemente no logró llegar porque ella estaba en el avión cuando su mamá murió", contó Anna Duncan, organizadora de la campaña 'Nos mantenemos unidas' de la Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar, grupo en el que conoció de cerca a Vizguerra.
Tras la muerte de su madre, Vizguerra intentó hacer una vida en México y de reunir dinero para buscar a sus hijos. Pero una precaria situación económica la llevó a volver al país del norte cruzando el desierto, donde fue arrestada por la Patrulla Fronteriza, relató Duncan. En medio de una fuerte presión de residentes de Denver que la conocían, fue liberada y se le suspendió temporalmente su orden de deportación.
La más reciente suspensión temporal venció el 7 de febrero y no fue renovada por ICE, por lo que la mujer decidió refugiarse en la iglesia, una de las 400 congregaciones que se han sumado al movimiento de los lugares santuario según datos del reverendo Noel Anderson, del World Church Movement, citado por The Washington Post.
Permanecerá allí hasta que obtenga las garantías de que no será deportada o le sea concedida la visa U que solicitó por ser víctima de violencia doméstica. Otra salida para Vizguerra podría ser la aprobación de un proyecto de ley presentado en la Cámara de Representantes para que se le otorgue la residencia permanente.
Mientras tanto, "sus hijos están ahí con ella. Los más chiquitos han estado casi toda la vida en esta lucha, han estado siempre con ella en las marchas. Son fuertes y muy valientes pero es muy difícil para ellos. Están preocupados, cansados, agotados", dijo Duncan.