Investigación de 'El Faro' afirma que gobierno de Nayib Bukele hizo tratos con la MS-13 para bajar homicidios, pero él niega todo
Una investigación del medio El Faro asegura que el gobierno del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha hecho acuerdos desde hace un año con líderes encarcelados de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) para reducir los asesinatos en ese país. Pero el mandatario respondió en su cuenta de Twitter que es una de las notas “más ridículas que he visto” y subrayó que se trata de “información falsa”.
“Pueden decir que alguien está gordo o que está flaco... Lo que no se puede es decirle que está gordo y flaco a la vez, porque sería estúpido. Nos acusan de violar derechos humanos de los terroristas. ¿Ahora dicen que les damos privilegios? Muéstrenme un privilegio. Uno solo", tuiteó el presidente Bukele este jueves, incluyendo fotos en las cuales se observa a pandilleros afuera de sus celdas tras decretarse un estado de emergencia en las cárceles por un repunte de asesinatos en abril pasado.
El reportaje de El Faro sugiere que esas imágenes no corresponden al verdadero trato que el gabinete de seguridad de Bukele les ha dado a los jefes de la Mara dentro de las prisiones. Ese medio asegura que cientos de informes de gobierno confirman que funcionarios han entrado a las cárceles para sostener encuentros con los cabecillas de la MS-13 y luego les concedieron varios “beneficios”.
Según la investigación, gracias a esos pactos echaron abajo la medida de poner a pandilleros rivales en la misma celda, quitaron a custodios que no les favorecían y les permitieron vender comida dentro de los penales. También les habrían prometido “reblandecer el régimen de máxima seguridad, derogar leyes y dar a los pandilleros ‘beneficios’” si es que el partido político del presidente Bukele, Nuevas Ideas, logra la mayoría legislativa en las elecciones de febrero de 2021.
A cambio de esas concesiones, los jefes de la Mara prometieron cerrar “las válvulas” o pedirles a los miembros de sus clicas que dejaran de cometer asesinatos, y apoyar a los candidatos del partido Nuevas Idea para que ganen curules en las siguientes elecciones, de acuerdo con El Faro.
En una serie de tuits, el presidente Bukele se defendió de todos los alegatos en tono irónico. “Jajaja de verdad pensé que saldrían con algo por lo menos lógico. Una de las notas de los (figuras de violines) más ridículas que he visto. ¿Acaso no son ellos mismos los que han pasado DENUNCIÁNDONOS por el trato que le damos a los terroristas? ‘Alguien’ les está pasando información falsa”, señaló.
La Mara y la política salvadoreña
Las acusaciones de que la MS-13 se beneficia de acuerdos secretos con gobernantes salvadoreños no son nuevas. En un juicio contra cientos de mareros detenidos en la ‘Operación Cuscatlán’ salieron salpicados políticos de los partidos Arena y FMLN. Hasta el presidente Bukele opinó al respecto, pidiendo investigar a Norman Quijano, excandidato presidencial y titular del Órgano Legislativo.
De acuerdo con ‘Noe’, un testigo protegido de la Fiscalía salvadoreña, dirigentes de la Mara y Quijano se habrían visto unos días antes de la segunda vuelta de los comicios presidenciales de 2014 y en ese entonces le pidieron un millón de dólares a cambio de su apoyo. Quijano lo desmintió.
‘Noé’ también declaró que el alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, entregó unos 69,000 dólares a la pandilla a cambio de votos en las elecciones legislativas y municipales de 2015. Y relató que líderes del FMLN le entregaron más de $200,000 a la Mara para que le diera sus votos en 2014, cuando ganó en las elecciones presidenciales. Con una parte de ese dinero compraron droga, contó el testigo.
En 2012, el gobierno de ese país pactó abiertamente una tregua con los jefes de la MS-13, reduciendo la tasa de homicidios en los años siguientes. Pero ahora la Fiscalía acusa al expresidente Mauricio Funes y a quien fue su ministro de Defensa y de Seguridad Pública, de incluir en el llamado ‘Proceso de pacificación’ puntos que resultaron contraproducente, como dejar de hostigar a los jefes de las bandas en las prisiones, hacerse de la vista gorda por sus crímenes y permitir que siguieran extorsionando.
El exministro de defensa salvadoreño, general David Munguía Payés, está preso desde finales de julio y la Fiscalía advirtió que presentará cargos contra Funes, quien recibió asilo político en Nicaragua.