La Organización Trump y su jefe de finanzas acusados de evadir impuestos mediante un esquema que duró 15 años
La Organización Trump, el negocio desde el que se catapultó a la fama y el poder el expresidente Donald Trump, fue acusada este jueves en un tribunal de Manhattan de participar en un esquema de 15 años para "defraudar al gobierno" de EEUU.
Una empresa subsidiaria de los Trump, Trump Payroll Corporation (Corporación de Nómina Trump), que maneja los pagos a los empleados de la casa matriz, también es señalada en la acusación.
Carey Dunne, de la fiscalía federal de Manhattan, explicó que los casos se vinculan con un "esquema fraudulento fuera de los libros (contables)" que habría durado 15 años que permitía a los ejecutivos de la Organización Trump obtener "aumentos secretos de salarios".
"Para ponerlo directamente, esto era un amplia y audaz esquema de pagos ilegales", afirmó Dunne.
El director financiero de la Organización Trump, Allen Weisselberg, también fue acusado, en su caso de 15 cargos, entre ellos conspiración, hurto mayor, fraude fiscal criminal y falsificación de negocios. La fiscalía asegura que Weisselberg dejó de pagar $1.7 millones en el espacio de 15 años en los que no reportó sus ingresos reales, ayudado por maniobras contables ilegales.
Weisselberg ingresó a la corte cerca de las 2:00 pm con las manos a la espalda, aparentemente esposado y escoltado por oficiales de la corte. Muy temprano en la mañana se había presentado en la oficina del fiscal Cyrus Vance, que lleva el caso en su contra, a la que llegó acompañado de su abogada Mary E. Mulligan.
En la audiencia Weisselberg se declaró inocente de todos los cargos que se le imputan. Una media hora después, el acusado abandó el edificio acompañado por sus abogados sin dar declaraciones a los medios presentes. Sin embargo, el tribunal secuestró su pasaporte, respaldando la tesis de la fiscalía de que había riesgo de fuga.
Los cargos contra la Organización Trump y Weisselberg son los primeros de una larga investigación penal del fiscal del distrito de Manhattan, el demócrata Cyrus R. Vance Jr., en colaboración con la fiscal general de Nueva York, la demócrata Letitia James, para investigar las prácticas empresariales de Trump.
La Organización Trump publicó un comunicado asegurando que su jefe de finanzas estaba siendo usado como "peón en una estretagia de tierra arrasada para intentar dañar al expresidente.
"El fiscal de distrito está presentando un caso criminal involucrando beneficios para empleados que ni el IRS u otro fiscal de distrito habría pensado jamás en presentar. Esto no es justicia, esto es política", dice el comunicado.
Trump señala a "fiscales de la izquierda radical"
En un breve comunicado, el expresidente Trump expresó estar sometido a una "cacería de brujas política de los demócratas de izquierda radical" y agregó que ese partido está dividiendo al país "como nunca antes".
Aunque el expresidente Trump no ha sido acusado, la fiscalía ha dicho que la investigación sigue abierta. Sin embargo, los cargos contra Weisseslberg son un golpe para el exmandatario, quien ha dicho que las investigaciones neoyorquinas en su contra son parte de una represalia política.
En una entrevista el miércoles por la noche desde Texas para Fox News, Trump dijo que las investigaciones han tenido una motivación política.
"Todo son tonterías", dijo. "Los fiscales de la izquierda radical de Nueva York vienen a por mí: hay que luchar".
Si en el proceso, la fiscalía lograra demostrar que la práctica de esconder al fisco esos beneficios era más extendida de lo que se sabe hasta ahora, la empresa de Trump podría ser demandada por fraude y junto a ella sus principales directivos, entre quienes están los hijos de Trump.
Los fiscales esperan que Weisselberg ofrezca testimonio contra Trump a cambio de disminuir su propio riesgo legal, según una persona familiarizada con el caso, indicó el diario The Washington Post.
Las imputaciones son resultado del aceleramiento que experimentó la causa luego de que en febrero la oficina de Vance recibiera finalmente las declaraciones de impuestos de Trump y su compañía que solicitaba desde hace mese, gracias a la decisión de la Corte Suprema de no aceptar el caso para bloquear las citaciones que se le hacían a los contadores del exmandatario. Fue la segunda oportunidad que el máximo tribunal falla en contra de las aspiraciones de Trump.
La corte ratificó una orden adoptada en julio pasado que permitía al equipo de Vance tener acceso a los documentos. La negativa de la Corte Suprema puso fin a meses de litigio legal y permite a la fiscalía continuar sus investigaciones sobre las finanzas de la Organización Trump.
De acuerdo con reportes de medios, los fiscales accedieron a millones de páginas de documentación de declaraciones de impuestos y otros papeles financieros que van desde enero de 2011 a agosto de 2019, lo que implica que se incluyen dos años en los que Trump estuvo en la Casa Blanca.
En mayo se informó que Vance había convocado un gran jurado, lo que daba la impresión de que la fiscalía consideraba que tenía un caso sólido como producto de su investigación y quería blindarlo con la opinión de un gran jurado.
Doble frente legal en Nueva York
Originalmente, Vance investigaba los pagos que recibieron dos mujeres que dicen haber tenido relaciones extramaritales con Trump antes de la campaña presidencia del 2016 y posibles manipulaciones de documentos comerciales.
Pero en agosto pasado por documentos presentados ante la corte trascendió que están investigando a Trump y su compañía por posible fraude bancario y de seguros.
A mediados de mayo la oficina de la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, que ya estaba llevando a cabo una investigación civil de la compañía del expresidente, indicó que está investigando criminalmente a la Organización Trump, en conjunto con el fiscal de distrito de Manhattan.
James lidera una investigación criminal sobre si la compañía de Trump informó falsamente el valor de las propiedades para garantizar préstamos y obtener beneficios económicos y fiscales. Su investigación se centraba en un edificio de oficinas de Trump en la ciudad de Nueva York, un hotel en Chicago y un campo de golf cerca de Los Ángeles.