Trump ataca a Alemania y de paso se preocupa por lo que piensen en Rusia

El presidente Donald Trump sigue pareciendo estar muy preocupado por lo que piensen en Rusia sobre lo que está sucediendo en EEUU, al mismo tiempo que no tiene problemas en enfrentarse con uno de lo más confiables aliados de Washington, Alemania.
La mañana del martes, Trump colocó dos mensajes consecutivos en su cuenta de Twitter, el primero cuestionando a Alemania, un día después de que la canciller Angela Merkel dijera que los europeos ya no pueden contar del todo con EEUU.
“Tenemos un deficit commercial MASIVO con Alemania, además ellos pagan MUCHO MENOS de lo que deberían a la OTAN y los militares. Muy malo para EEUU. Esto va a cambiar”.
Y media hora más tarde, un mensaje sobre temas de política interna con resonancias internacionales.
“Los funcionarios rusos deben estar riéndose de EEUU y cómo la tonta excusa de por qué los demócratas perdieron la elección ha dominado las Fake News”
El lunes, la canciller Merkel reiteró sus palabras del fin de semana, asegurando que Europa no podía contar ya más con las alianzas del pasado, en referencia a EEUU y a reino Unido, país que empezó el trámite para separarse de la Unión Europea.
A fines de la semana pasada, el presidente Trump estuvo en Bélgica e Italia para las reuniones de la OTAN y del G7 respectivamente. En ambos encuentros, el estadounidense chocó con sus pares, a quienes criticó en Bruselas por no pagar sus cuotas a la alianza defensiva y, luego en Taormina, dejó solos en la declaración de compromiso con el acuerdo medioambiental de París.
Trump terminó el sábado su primera gira internacional, que empezó con buenos auspicios en Arabia Saudita e Israel, pero cerró con serios roces diplomáticos en Europa, donde dejó claras las diferencias de su gobierno en temas como media ambientes, inmigración y comercio.
En este último punto, la prensa alemana reportó sobre una conversación que tuvo el presidente estadounidense en una de las reuniones de Bruselas, en la que aseguró que los alemanes eran “malos, muy malos”, en referencia a las ventas de autos que ensamblan en México y venden en el mercado estadounidense.