Trump y sus partidarios intentan bloquear el recuento de votos en tres estados que fueron clave en su victoria
Pese a haber impulsado repetidamente la teoría de que el sistema electoral está "amañado", Donald Trump no quiere que se haga recuento de votos en tres estados del Cinturón de Acero donde ganó por un estrecho margen y que fueron clave en su victoria el 8 de noviembre.
El presidente electo presentó una demanda este viernes para bloquear el escrutinio de los resultados de los comicios en Michigan, y varios de sus partidarios hicieron lo mismo en Wisconsin y Pennsylvania. El recuento fue solicitado por la candidata del Partido Verde, Jill Stein, quien argumenta que el proceso es necesario para garantizar que las máquinas de votación no fueron manipuladas, a pesar de que no hay pruebas de ello.
"En una elección ya manchada por la sospecha, expresada por el mismo Donald Trump, verificar el voto es un procedimiento de sentido común que aborda las preocupaciones en torno a la privación de derechos de los votantes", dijo este viernes Stein en un comunicado. "Los intentos desesperados de Trump para silenciar las demandas de los votantes plantean una simple pregunta: ¿por qué Donald Trump tiene miedo de estos recuentos", agregó.
La fecha límite para los recuentos es de menos de dos semanas y las acciones legales de Trump podrían retrasarlo. No obstante, aunque se lleven a cabo, es muy poco probable que cambien el resultado de las elecciones y le den la victoria a Hillary Clinton, quien acumuló 232 votos electorales frente a los 306 de Trump.
Cumplir con el plazo
El fiscal general de Michigan, Bill Schuette, quien es republicano, presentó una demanda este viernes para detener el recuento solicitado en su estado, donde Trump ganó con una ventaja de aproximadamente 10,700 votos sobre Clinton de un total de 4.8 millones de votos.
Por medio de un anuncio hecho público a los medios, Schuette aseguró que un nuevo escrutinio de los comicios "amenaza con silenciar todos los votos de Michigan para elegir al presidente" alegando que Stein esperó hasta el último momento para presentar su petición de recuento el miércoles, por lo que es imposible terminar con el proceso antes de que se cumpla el plazo el 13 de diciembre.
Además, criticó los gastos potenciales del proceso. Hasta el momento, Stein ha recaudado más de $6.8 millones para cubrir el recuento, según su página oficial de internet.
En Wisconsin, el único estado en el que la operación para volver a contar los votos está en marcha y donde Clinton perdió por unos 22,000 votos, es decir, con menos de 1 punto porcentual de diferencia, un juez federal rechazó el viernes una solicitud de suspensión de emergencia del recuento presentada por el grupo Great America PAC, que apoya a Trump. El juez del distrito, James Peterson, fijó una audiencia para el 9 de diciembre en la que considerará la posibilidad de detener el recuento en ese momento.
La demanda presentada por el súper PAC pone como precedente legal el caso Bush vs. Gore ante el Tribunal Supremo, cuya decisión puso fin a la elección de 2000 y al recuento de Florida, donde el candidato demócrata Al Gore ganó el voto popular, pero perdió los votos electorales frente al republicano George W. Bush.
Según el documento, Wisconsin estaría violando el derecho al debido proceso, ya que no se podrá cumplir con la fecha límite federal para certificar el voto, poniendo los votos electorales de ese estado en peligro.
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