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Unos $600,000 en billetes quedaron regados en una vía luego de que un camión de valores dejó su puerta abierta

En su ruta hacia Indianápolis, un auto le hizo señas al conductor del camión de la compañía Brinks para que se detuviera y evitara seguir perdiendo miles de dólares por llevar sus puertas abiertas. Ahora la policía busca a varios carros que se detuvieron a recoger los jugosos fajos de billetes.
2 May 2018 – 01:17 PM EDT
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La Policía de Indianápolis está en la búsqueda de algunos carros que se detuvieron en la avenida a recoger los billetes caídos de un camión de Brinks.
Crédito: Getty Images

Esta mañana, en la autopista I-70, en Indianápolis, un carro adelantó abruptamente un camión transportador de valores Brinks y empezó a pitarle y a hacerle señas para que el conductor mirara hacia atrás. Las puertas traseras del camión estaban abiertas y había dejado volar por varios minutos y por toda la vía fajos y bolsas llenas de dinero.

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Según le reportó la policía a la cadena local de Fox, tras el incidente están extraviados 600,000 dólares.

La policía primero empezó la investigación en la calle Harding en donde se pensó habían caído la mayor cantidad de billetes, pero luego se movieron a Sam Jones, una avenida interestatal que cerraron para poder recolectar el dinero que cayó en árboles, en pequeños riachuelos aledaños y en la avenida misma.

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La policía dijo que gente de lugares cercanos se veían incluso saltando rejas para poder atrapar algunos de los fajos de billetes.

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Sin embargo, las autoridades han advertido que están buscando varios autos que se detuvieron para recoger el dinero y que de no devolverlo podrían ser acusados de robo. Los oficiales dedicarán varias horas a la recolección del dinero esparcido.

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Una historia parecida ya había ocurrido alguna vez en el centro de Indianápolis en donde un camión de valores de manera similar había perdido parte de su carga y creó revuelo en su momento. Entre los tres cargamentos que había perdido se llegó a sumar 1,4 millones de dólares. Sin embargo, el incidente encontró su fin cuando un ciudadano llamó al 911 y reportó el hecho.

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