Norma Lazareno todavía siente el aroma de su hija a 20 años de su muerte

Norma Lazareno es una famosa actriz mexicana que conoce muy bien lo que es la fama y el cariño del público gracias a su trabajo en cine, televisión y teatro. Pero no todo ha sido felicidad en su vida, el 28 de junio de 1997 vivió la peor experiencia que una madre puede tener, la pérdida de un hijo.
Paulina Lazareno fue su única hija, producto de su relación con el también actor Pablo Ferrel. La joven actriz de 19 años tuvo un terrible accidente automovilístico después de haber salido de la casa del productor de telenovelas Nicandro Díaz.
Y aunque han pasado 20 años de su deceso, Norma asegura que siente su presencia y hasta su aroma: “No sé si mi experiencia tenga que ver con algo relacionado al terror, más bien yo lo veo como un acto de amor, porque siempre siento a mi hija, falleció hace muchos años en mi casa, siento su aroma, escucho su voz, pero insisto para mí eso es algo bonito, sé que está presente”, expresó para el diario El Universal.
En varias ocasiones la actriz ha declarado que cuando muera quiere que mezclen sus cenizas con las de su hija: “Hasta que yo muera, quiero que sus cenizas y las mías, se unan en una sola urna… Juntas por toda la eternidad”, dijo para el diario mexicano ‘La crónica’.
Paulina siguió los pasos de su madre en la actuación, antes de su muerte ya había participado en algunas telenovelas como ‘Caminos Cruzados’ (1994), ‘Marisol’ (1996) e ‘Infamia’ (1981).
Según palabras de su madre, tenía un futuro prometedor en la actuación: “Estaba rodeada de gente que trabajamos en este medio, sus padrinos de bautizo fueron Susana Alexander y Héctor Bonilla. Su madrina de XV años fue Jacqueline Andere, su papá Pablo Ferrel. Lo poco que logró en su carrera fue muy bueno, realizó papeles bonitos y era una actriz natural, según me decían los directores de escena”, declaró para la revista TVyNovelas.
Tras la repentina muerte de la joven, Norma Lazareno se sumergió en una profunda depresión que la llevó a pedirle a Dios que le quitara la vida: “Los primeros tres años fueron sumamente difíciles, tanto que a veces yo decía: ‘Dios mío, ¿por qué ahorita que me estoy quedando dormida no me dejas así? No tenía sentido la vida para mí. No podía ni bañarme sola, era yo un cadáver viviente”.
Pero su pasión por la actuación y sus grandes amigos fueron quienes la ayudaron a salir adelante: “Cuando pasó lo de Paulina yo estaba en la obra ‘La señora presidenta’, entonces me habló Gonzalo Vega y me dijo, 'Te necesito en mi obra’, saqué fuerzas de donde pude y me presenté en el teatro a los seis meses de haber fallecido mi hija. Tuve grandes amigas como Susana Alexander, Jacqueline Andere, Silvia Pinal y Carmen Salinas que me ayudaron muchísimo”, confesó para TVyNovelas.
Además del trabajo, Norma se unió al grupo de ayuda ‘Madres en duelo’, en donde conoció a muchas mujeres que sufrían el mismo dolor que ella y poco a poco salió adelante.
La actriz recuerda a su hija con mucho cariño y aunque falleció hace 20 años, un pedacito de ella quedó con vida en este mundo, pues en vida Paulina decidió donar sus córneas y la actriz cumplió la voluntad de su hija: “Tengo ubicada a la niña, su nombre es María, quien estudia en una escuela de gobierno. Por terceras personas, le hago llegar cosas que sé le hacen falta”, reveló para ‘La Crónica’.
Norma Lazareno ha sabido sobrellevar el dolor de esta pérdida y cada aplauso que recibe del público se lo dedica a su hija.