Le cortaron parte de su brazo con un machete por ser gay y ahora necesita una prótesis para su recuperación
A sus 17 años, Luis Álvarez Campuzano ha tenido que aguantar todos los días insultos y acoso de su comunidad en Sincelejo, Colombia, debido a su orientación sexual. La vez que se defendió le destrozaron parte de su extremidad.
En el popular barrio Altos del Rosario de la ciudad de Sincelejo, Colombia, vive Luis Álvarez Campuzano, un adolescente de 17 años que ha sido acosado por ser gay durante muchos años.
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El pasado viernes 30 de julio, un vecino ofendió -como otros tantos días- a Luis con insultos respecto a su orientación sexual. Harto de tener que aguantar este tipo de comentarios, decidió dar un paso al frente y defenderse.
Sin embargo, el simple hecho de intentar poner un alto al bullying y esperar que lo respetaran como ser humano, le salió muy caro a Luis.
Por no tener brazos, dreamer asegura que ha enfrentado discriminación en la búsqueda de empleo
En medio de la discusión, el joven que lo acosaba -de también 17 años- tomó un machete y le cortó parte del brazo a Luis.
Los prejuicios y la homofobia hoy tienen a Luis discapacitado y solicitando ayuda para intentar seguir con su vida, con la única intención de cumplir sus sueños. Para ayudarlo se ha creado un crowdfunding para auxiliar a este joven colombiano que necesita 5 cosas:
Acceso y atención a mejores especialistas.
Dinero para poder subsistir y cubrir sus necesidades básicas.
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Una prótesis funcional para poder seguir con su vida y cumplir sus metas.
Atención médica en otra entidad, debido a que Sincelejo no cuenta con lo necesario para darle el tratamiento que Luis necesita.
Ayuda con elementos para su educación, como una computadora de calidad.
Hasta el momento la empatía por el caso de Luis y la lucha contra la homofobia han triunfado. La meta que se había trazado era de 8,000 dólares. Cifra que hasta el día de hoy ha quedado muy por detrás gracias a 1401 personas que ya han aportado a la causa 19,460 dólares.
Si quieres ayudar a Luis para que su vida sea plena y al mismo tiempo combatir estas actitudes de odio, puedes aportar aquí. El crowfunding cierra el próximo 9 de octubre de 2020.
Primer Impacto
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Mariano González tiene 10 años y nunca ha podido conocer el mar pese a que nació en una ciudad con playas frente al Caribe, Anzóatequi en
Venezuela.
La razón: los rayos ultravioleta del sol le afectan extremadamente en la piel y ojos desde los 6 meses de edad.
Crédito: Primer Impacto
Primer Impacto
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En busca de un tratamiento para el padecimiento,
la familia y el pequeño viajaron a Colombia, en donde los doctores le diagnosticaron xerodermia pigmentosa, una rara
enfermedad genética.
Crédito: Primer Impacto
Primer Impacto
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Alexis González, padre del pequeño, fue quien convenció a la familia de emprender el largo viaje para ayudar a su hijo. "Lo haría todo por él (Mariano)", dice al borde de las lágrimas.
Crédito: Primer Impacto
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Tan pronto cruzaron la frontera solicitaron ayuda al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), donde lo pudieron canalizar al
Insituto de Cancerología de Bogotá.
Crédito: Primer Impacto
Primer Impacto
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Tras ser analizado, después de haber llegado en un estado crítico, Sonia González, madre de Mariano, entre el llanto asegura que recibieron una mala noticia:
“Con la biopsia que le tomaron me dijeron que esa enfermedad no tiene cura, aún no la tiene”.
Crédito: Primer Impacto
Primer Impacto
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Mientras los esfuerzon continúan para ayudar a Mariano, la familia
no tiene dinero para costear el alquiler, la comida y el tratamiento médico, pues llegaron a un país que no conocen y no hay trabajo por la pandemia del
coronavirus.
Crédito: Primer Impacto
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Los padres de Mariano no le permiten verse en un espejo y
el pequeño es consciente de que es por el aspecto de su rostro. Él solo quiere una cosa: "que me curen".
Crédito: Primer Impacto
Primer Impacto
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Mariano pasa los días encerrado, sin salir a la calle, ya que tampoco puede ir a la escuela.
Solo por las tardes, cuando el sol ya no está, sale un rato para andar en bicicleta.
Crédito: Primer Impacto
Primer Impacto
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Sin embargo,
médicos como el dermatólogo, Juan Carlos Martínez, explican que
la enfermedad se puede controlar y manejar con muy buenos resultados.
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Primer Impacto
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Sonia pide ayuda para poder seguir con el tratamiento en Colombia, con la mente siempre en un pronóstico fatalista que una doctora venezolana le dijo hace un tiempo.
"Me aseguró que los niños con esta enfermedad no vivían más de 10 años (...) cada día que pasa es una angustía", dice.
Crédito: Primer Impacto
Primer Impacto
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A pesar de la difícil situación, los hermanos de Mariano aseguran que
él siempre guarda la esperanza y que no ha dejado de creer por un segundo que se curará para jugar en el mar q ue lo vio nacer.
Crédito: Primer Impacto
Primer Impacto
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Entre todos podemos cambiarle la vida a este pequeño. Si usted quiere ayudar a Mariano y su familia, ante esta difícil situación en medio de una pandemia que ha provocado una
crisis brutal, puede llamar a la familia al número en Colombia: 011 (57) 320-367-6576.